«La tortura ha evitado ataques»
El responsable del espionaje interno británico justifica la colaboración del MI5 con agencias extranjeras que usaron métodos «alejados de los nuestros» para combatir el terrorismo
LONDRESActualizado:Jonathan Evans, director general del MI5, el servicio de espionaje interno británico, defendió la colaboración de la agencia con los servicios secretos de otros países que han sido acusados de emplear la tortura. A pesar del «dilema» que suponía trabajar con agencias extranjeras cuyos valores «estaban muy alejados a los nuestros», dijo en un discurso pronunciado en el centro donde estudió, la Universidad de Bristol, que la cooperación ha ayudado a mantener la seguridad del país.
Si bien el motivo de su intervención se enmarcaba en la conmemoración de los cien años que han cumplido los servicios secretos británicos, Jonathan Evans no rehuyó la polémica en la que se encuentra inmerso no sólo el MI5, sino también los servicios de espionaje exterior, el MI6, por su supuesta complicidad en el abuso de prisioneros sospechosos de pertenecer a Al-Qaida cometido por agentes de la CIA.
Evans abordó este asunto, aunque no pudo entrar en «detalles» porque hay casos judiciales abiertos, pero quiso dejar claro al respecto «un principio establecido desde hace mucho tiempo»: el que los servicios secretos «no torturan, ni son cómplices o solicitan a terceros que torturen para nosotros».
Sin embargo añadió que de no haber cooperado con servicios extranjeros el MI5 «habría incurrido en una negligencia hacia su deber» y aseguró que «tal tipo de inteligencia fue tan importante como la salvaguardia y seguridad de Reino Unido» y que tras los atentados del 11 de septiembre del 2001 «muchos ataques» se han logrado evitar gracias a la tortura.
Los argumentos de Jonathan Evans se mantuvieron en línea con la posición que el Gobierno londinense ya había expresado anteriormente. En un artículo conjunto, al que el mismo Evans se refirió, del pasado agosto en The Daily Telegraph titulado Nos oponemos firmemente a la tortura, pero es imposible erradicar todos los riesgos, el titular de Exteriores, David Miliband, y el de Interior, Alan Johnson, afirmaron que los servicios secretos británicos se enfrentan a «opciones difíciles» a la hora de manejar datos recabados en el exterior, al tiempo que éstos son «vitales» para detener el terrorismo.
Medios ilegales
Sin embargo, este mismo verano un informe de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento advirtió al Gobierno de que el uso regular de información obtenida por medios ilegales puede ser considerado, desde el punto de vista jurídico, como complicidad en los abusos. La defensa de Evans llegó precisamente horas antes de que el Tribunal Superior londinense dictaminase ayer la publicación de documentos de la CIA relativos a la supuesta tortura de Binyam Mohamed, un residente británico que afirma que sufrió abusos de los norteamericanos con la complicidad del MI5 mientras estuvo preso en un centro de detención secreto en Marruecos.
El Ejecutivo de Reino Unido, que niega las alegaciones de complicidad en los abusos, anunció que apelará contra el fallo porque compromete la seguridad nacional y la cooperación en materia de inteligencia con Estados Unidos. Scotland Yard mantiene abierta una investigación sobre este caso y otro que de modo similar atañe al MI6, aunque no guarda relación alguna con Binyam Mohamed.