![](/cadiz/prensa/noticias/200910/17/fotos/1085049.jpg)
Afganistán se encamina hacia una segunda vuelta electoral
El recuento definitivo otorga a Karzai una mayoría insuficiente que obliga a volver acudir a las urnas en noviembre
ENVIADO ESPECIAL. KABUL Actualizado: GuardarAfganistán está a pocas horas de conocer el resultado electoral definitivo dos meses después de cerrarse las urnas. La Comisión de Quejas (CEQ) ha concluido su auditoría y en las próximas horas entregará su informe a la Comisión Electoral Independiente (CEI), que planea hacer público los datos finales entre hoy y mañana. Kabul es en la última semana la capital de los rumores y ayer el diario The Washington Post, citando fuentes cercanas a los escrutinios, sumó uno más a la larga lista al asegurar que Hamed Karzai perderá su mayoría absoluta.
Tras descontar los votos fraudulentos, el porcentaje obtenido por el dirigente pastún se reduciría del 54,6% al 47%, con lo que sería necesaria una segunda vuelta. De confirmarse este extremo, el mano a mano con el segundo candidato más votado, Abdalá Abdalá, debería producirse dos semanas después de conocerse el recuento definitivo, según la ley electoral, con lo que tendría lugar en la primera semana de noviembre.
Por encima de la información del diario estadounidense, los medios afganos se hicieron eco durante toda la jornada de las declaraciones del embajador en Washington, Said Tayeb Jawab, que aseguró en el transcurso de una intervención en el Instituto de la Paz que «una segunda vuelta es lo más probable». Sus palabras otorgaron cierta credibilidad a la información del Post, ya que es la primera vez que un hombre cercano a Karzai plantea la posibilidad de tener que acudir de nuevo a las urnas después de dos meses en los que los aliados del hasta ahora presidente se han mantenido unidos en torno al discurso oficial que hablaba de unos comicios justos.
«Todo listo»
«Nosotros lo tenemos todo listo para la segunda vuelta», aseguró Noor Ahmad Noor, portavoz de la Comisión Electoral, quien advirtió de las dificultades del proceso en un país como Afganistán, donde «a los problemas de seguridad hay que añadir las dificultades en las comunicaciones». La opción de volver a los colegios es la que menos agrada a expertos en seguridad. Aseguran que «además de no poder garantizarse la limpieza del proceso, las condiciones hoy son peores que en agosto. La insurgencia ha ganado terreno y será un proceso de riesgo máximo».
El fuerte debate político mantiene paralizada a la administración del país y a una comunidad internacional que espera conocer los nuevos planes de Barack Obama en el frente Af-Pak. Sus mandos militares le piden que incremente los 65.000 soldados que tiene sobre el terreno y que ayer sufrieron cuatro nuevas bajas al sur del país. Ya suman 25 en este mes. Por otro lado, en un incidente en la provincia de Ghazni al menos cuatro afganos perdieron la vida. Según fuentes militares se trataría de dos militantes, una mujer y una niña.
Además, ayer continúo la polémica sobre el pago efectuado por Italia a los talibanes para evitar ataques a sus tropas desplegadas en la zona de Sarobi, al este de Kabul. «Ninguna parte debía atacar a la otra». Éstos fueron los términos del acuerdo, según las declaraciones del líder insurgente Mohamed Ishmayel a The Times. Roma ha amenazado al diario británico con llevarlo ante los tribunales por publicar los testimonios.