El trazado de la discordia

Ecologistas y asociaciones de diversa índole, empezando por colectivos vecinales y terminando por defensores del medio ambiente, llevan años reivindicando la habilitación de un carril bici en condiciones que suponga algo más que una simple raya pintada en la acera que no respetan los peatones y que pone en peligro a los conductores. Tras varios años de batallas, ahora el proyecto del carril bici se está convirtiendo en una realidad, con lo que se pone fin a una de las demandas históricas de muchos ciudadanos.

Sin embargo, nunca llueve a gusto de todos y no han tardado en salir a la palestra distintas voces que se han posicionado de forma frontal en contra de esta iniciativa. Hay que precisar, no obstante, que estas personas no son contrarias al carril en sí sino al modo en el que se ha llevado a cabo el proyecto. Este es el caso de al menos una decena de vecinos de El Altillo, que han puesto el grito en el cielo cuando han comenzado las obras y se han percatado de la poca distancia existente entre las puertas de sus garajes y el nuevo carril (sólo un metro y medio).

Como ha explicado el portavoz de los afectados, Juan Villalba, los propietarios se sienten fundamentalmente «decepcionados» ante una iniciativa tan demandada que podría haberse realizado de otro modo y que al final ha terminado por dividir a los ciudadanos. «Sólo queremos que alguien se responsabilice por si hay un accidente», apostilla el portavoz, explicando que la escasa distancia antes mencionada dificulta la visibilidad a los vehículos que van a salir de los garajes.

Responsabilidades

Los perjudicados insisten especialmente en que se tienen que dejar claras las responsabilidades, pues prevén que se producirán accidentes que ninguno de ellos habrá «provocado». Unas razones que consideran más que fundadas para haber remitido una carta al Ayuntamiento en la que expresan sin ambages su oposición al proyecto. A raíz de esta misiva, la delegada de Seguridad y Movilidad, María del Carmen Martínez, ha convocado a los perjudicados para varias reuniones, la última de ellas ayer, sin que éstos se hayan presentado a ningún encuentro.

Los residentes se muestran tajantes en este sentido, pues no aceptarán alternativa alguna que no pase por trasladar el carril y desplazarlo a otra zona como el bulevar de la avenida Andalucía, al igual que ocurre en la calle Sevilla. La portavoz del Partido Popular en Jerez, María José García-Pelayo, se subió ayer al carro declarando que «hay gente que paga el vado y luego el carril atraviesa por donde tienen que entrar a sus garajes, con lo que no sé hasta qué punto es legal».

Por ello, el PP se ha comprometido a pedir informes que certifiquen la legalidad de la iniciativa, algo que por otro lado se encargó recientemente de garantizar la propia alcaldesa, Pilar Sánchez. La edil recalcó que en este tramo en concreto «existe el mismo peligro que en cualquier otro», rechazando un posible cambio de ubicación. Los vecinos, por su parte, estudiarán estos días las medidas a adoptar al respecto, sin descartar interponer una denuncia judicial contra el Ayuntamiento.