Querido hetero
Actualizado: GuardarQuerido hombre hetero: Nunca pensé que te escribiría esta carta, pero dadas las circunstancias en las que nos hallamos las mujeres heteros, no me ha quedado más remedio que sacudirme los temores de ser políticamente incorrecta, y enviarte estas palabras, que no son sino un reconocimiento a tu valía y a tu inmensa fortaleza interior para no sucumbir a la tentación. También quiere ser esta carta un estímulo para que te mantengas en tus posiciones por mucho tiempo, para que no traiciones tu condición sexual, PARA QUE NO LO PRUEBES SIQUIERA, por favor, sobre todo eso, no lo pruebes, porque como decía un cantante de copla de los setenta, "El que lo prueba repite, yo no sé por qué será", porque todo el que va, te lo digo yo, no vuelve, y si vuelve es solo para un ratito. Aguanta, aguanta por favor. Sé que se oyen muchos cantos de sirena, que es difícil. La tele, la moda, el cine, las artes, las música. El imperio gay extiende sus tentáculos, la estética mariquita impera en el mundo. Por eso ahora es doblemente necesario, querido hetero, que tú persistas en tus convicciones, que te entusiasmes con unas caderas femeninas, con unas tetas femeninas, con unas cachas femeninas. Es vital para nosotras que te sigamos atrayendo, por más incomprensibles que podamos llegar a ser, por más que nos duela siempre la cabeza, por más que el cachondeo de las saunas a nosotras nos de bastante grima aunque a ti te haga, reconócelo, fantasear de vez en cuando.
Querido hetero, aunque seas más feo que Picio, nosotras te queremos. Perteneces a una raza condenada a convertirse en minoría, a una estirpe rara y exótica, eres la esperanza de estas pobres mujeres que, una vez más, y aunque sea por otros motivos, vuelven a ver cómo los hombres siguen relegándolas a un segundo plano en sus vidas.