¿Sobornó Italia a los talibanes?
El Gobierno niega que pagara para evitar ataques de la insurgencia
KABULActualizado:«El Gobierno de Silvio Berlusconi no ha autorizado ni permitido nunca forma alguna de pago de sumas de dinero a favor de miembros de la insurgencia de base talibán en Afganistán, ni tiene conocimiento de que el anterior Gobierno haya realizado iniciativas similares». Así reza el comunicado oficial italiano para aclarar un nuevo escándalo de la misión internacional en Afganistán. Italia iniciará acciones legales contra el diario británico 'The Times' tras un artículo en el que se acusa a sus servicios secretos de comprar a los líderes insurgentes para proteger a sus soldados. Citando fuentes anónimas de la misión de la OTAN en Kabul, 'The Times' asegura que Italia no informó de estos pagos al relevo francés en la zona de Sarobi, al este de la capital, y tan sólo un mes después los franceses sufrieron un ataque que costó la vida a diez militares.
El ministro de Defensa de Italia, Ignazio La Russa, calificó la información de «basura» y la consideró una «ofensa para nuestros muertos y heridos en Afganistán». Italia ha perdido veinte hombres en la misión afgana, los seis últimos en un atentado sufrido el mes pasado en la carretera del aeropuerto de Kabul. Pero Sarobi no sería el único caso. 'The Times' recoge además que la inteligencia estadounidenses descubrió a través de conversaciones telefónicas intervenidas que los italianos estaban sobornando a talibanes en la provincia de Herat, al oeste del país, donde se mantiene desplegado el grueso de las fuerzas españolas.
«¿Cuánto habrán pagado?», era la primera reacción entre diferentes militares internacionales consultados en Kabul tras la supuesta tregua alcanzada con la insurgencia el pasado verano en el distrito de Bala Murghab, al norte de la provincia de Badghis, donde España lidera el Equipo de Reconstrucción Provincial (PRT por sus siglas en inglés). El general Marco Bertolini se atribuyó el mérito del alto el fuego logrado gracias a la buena coordinación entre «las unidades italianas y el Ejército afgano».
«Forma parte de la lucha contra la insurgencia», aseguran fuentes de empresas de seguridad que operan en la capital afgana. «Los americanos lograron pacificar Irak comprando a sus enemigos en lo que llamaron el resurgir suní, pero aquí el tema es más complicado porque el enemigo es más heterogéneo». Además de las típicas situaciones de sobornos a las autoridades para acelerar trámites, que ya se han convertido en una obligación, las acusaciones de financiar a la insurgencia llegan también a las organizaciones internacionales que operan en la reconstrucción del país.
Empresarios afganos aseguran que se ven obligados a pagar un porcentaje a los talibanes para poder trabajar en el sur y este del país. «Cada vez que un organismo extranjero o el Gobierno aprueba un proyecto de construcción en las provincias bajo control de la insurgencia, se añade un 10% en concepto de seguridad. Un dinero que sabemos va a parar a los talibanes», denuncia Waheed Mujhda, ex funcionario del régimen talibán reconvertido en empresario de la construcción.