![](/cadiz/prensa/noticias/200910/16/fotos/1077485.jpg)
El presidente tarda nueve meses en visitar Nueva Orleans
Como candidato viajó cinco veces a la ciudad arrasada por el 'Katrina' Cerca de cuarenta personas perdieron ayer la vida en un atentado en Lahore, la segunda ciudad del país
CORRESPONSAL. NUEVA YORK Actualizado: GuardarDurante la campaña electoral, Barack Obama visitó cinco veces Nueva Orleans, símbolo de la indignación contra el Gobierno de Bush. Pero como presidente, ayer fue la primera vez que puso un pie en la ciudad destruida, nueve meses después de llegar al poder, y durante menos de cuatro horas.
«¿Eso es todo?», se preguntó ofendido el diario Times Picayune en un crítico editorial. El desembarco del candidato de la esperanza en la ciudad chocolate que había prometido el alcalde de color, Ray Nagin, llegaba precedido por una nueva caída de popularidad en las encuestas.
Según Gallup, Hillary Clinton es ahora más popular como secretaria de Estado que el hombre que ocupa el cargo al que ella aspiraba. El 62% aprueba su gestión al frente del Departamento de Estado, mientras que sólo el 56% da el visto bueno a Obama.
Nada de eso le importaba a las miles de personas que hicieron cola para ocupar un asiento en el gimnasio de la Universidad de Nueva Orleans, donde el mandatario celebró un coloquio ciudadano. Los 1.500 con entrada en la mano se sentían como si les hubiera tocado la lotería, y así era. La Casa Blanca las había rifado entre los que llamaron para dejar su nombre en un contestador.
Tampoco parecía importarle al presidente que, durante su discurso, se burló de quienes le recuerdan que ya han pasado nueve meses desde que tomó el poder. «Dejadme deciros, ¡yo no estoy cansado, apenas estoy empezando, y no soy de los que se rinden!».
El pueblo
Obama dijo estar inspirado por la determinación y la perseveración que mostró el pueblo de Nueva Orleans frente a una tragedia que «no fue causada sólo por la fuerza de la naturaleza sino también por la desaticulación del Gobierno», admitió. «El 'Katrina' vapuleó la ciudad, pero no la destruyó gracias a vosotros, el pueblo de Nueva Orleans, que nunca ha dejado de pelear por cada casa». Cuatro años después, 60.000 siguen abandonadas, 1.500 personas viven aún en remolques; en Louisiana, 100.000 afroamericanos no han podido volver, no hay ni un hospital público, las obras de los diques están a un tercio de lo previsto y barrios como Lower Nine Ward apenas han reabierto su primer colegio: el Martin Luther King, que visitó ayer Obama.
La Casa Blanca argumenta que los altos funcionarios de la nueva Administración han visitado la zona veintidós veces, en trece ocasiones, ministros. Según sus cuentas, ha facilitado la llegada de 1.200 millones de dólares -800 millones de euros- para proyectos y, bajo su supervisión, 3.500 personas han encontrado un hogar permanente. «No nos olvidaremos de Nueva Orleáns», prometió Obama. «Vamos a seguir trabajando y juntos la haremos más fuerte de lo que era».