Su vuelta la había previsto para hoy

Si los disturbios contra el golpista Micheletti no se hubieran cruzado en su camino, Antonio Porta estaría hoy con las maletas preparadas dispuesto a coger el vuelo que lo traería de regreso a España. Probablemente vendría de la mano de María Antolina García, la hondureña con la que llevaba un año chateando y con la que quería casarse. Un plan truncado por el destino para una historia de amor, que según Inmaculada Porta, sí continúa tras las rejas del penal de Tegucigalpa. «María Antolina va todos los días de visita, y está con él desde las nueve hasta las cinco de la tarde. Le lleva comida y lo que necesite. También la cónsul sigue pendiente de Antonio». Mientras tanto, la familia Porta mantiene el contacto por Internet con la hondureña casi a diario, pero echan en falta las llamadas de Antonio y prefieren ser prudentes en cuanto a las informaciones que les llegan.