Canonización
Actualizado: GuardarSupongo que la visita del presidente español a la Casa Blanca estará circunscrita al ámbito de las relaciones internacionales entre los dos países, y que se hubiera producido igualmente de no haber ganado Obama las elecciones. Porque probablemente también la habría realizado Rajoy si las urnas le hubieran dado el pasaporte, emulando al primer 'bigote' de la historia del PP. Vamos, que no tiene nada de extraño que el presidente Zapatero se haya dado una vuelta por el Despacho Oval y sus alrededores. Pero hay días en los que me apetece buscarle el tercer pie al gato, aunque arañe y ponga la cola gorda. A pesar de la aparente normalidad, estarán conmigo en que el viaje, además de su función institucional, tiene cierto aire de peregrinación a lugar santo.
No en vano, el presidente Obama, hoy por hoy, podría ser considerado como una especie de Papa pagano; un líder racional de buena voluntad y con principios dignos de un personaje de la clásica película navideña. Por si fueran pocas sus virtudes, los salados del Nobel deciden otorgarle el premio a los mejores efectos especiales, ¿o era el de la paz? Ya sólo le falta al señor Barack el primer milagrito demostrable para que sea considerado un mesías y se cree en torno a él una nueva religión. Ya lo dice el refrán: «todo se pega menos la hermosura» (ésta, ahora, se paga), así que no es de extrañar que todos quieran estar cerca del presidente de Estados Unidos para ver si salta alguna chispa de su aureola y prende en corbata ajena.
Algunos, cuyos ecos, últimamente, suenan más fuertes que sus voces han buscado la foto con él para limpiar su imagen o, quién sabe, para ser bendecidos como las rosquillas en san Blas. Zapatero, sin embargo, parece que quiere ir más allá, no descarto que se esté produciendo la canonización de José Luis, o cuando menos, la beatificación. Porque llamarlo mártir por lo de las niñas me parece excesivo. Pasen buen día.