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Afganistán cura las heridas de Irak
Zapatero y Obama sellan en la Casa Blanca una nueva etapa de cooperación España enviará más guardias civiles para la formación de la policía afgana
ENVIADA ESPECIAL. WASHINGTON Actualizado: GuardarLo que Irak separó, Afganistán lo ha unido. Cinco años después de ganarse la enemistad eterna del ex presidente de Estados Unidos, George W. Bush, José Luis Rodríguez Zapatero pisó por fin el Despacho Oval de la Casa Blanca. Lo hizo con un nuevo gesto de buena voluntad hacia quien es, en estos momentos, su mayor referente político: Barack Obama. Y con una promesa: esta vez no habrá espantadas. Irak o Kosovo han quedado atrás. La presencia española en el antiguo feudo talibán es «un compromiso sólido». «Nuestra contribución -garantizó- va a ser importante».
España tiene ya un millar de efectivos en el país asiático. Pero a lo que Zapatero y Obama se refirieron ayer fue a la tarea de la Guardia Civil en la formación de la policía afgana. De momento, su labor sobre el terreno ha sido limitada. El pasado abril se comprometió el envío de cuarenta agentes que aún no se ha hecho efectiva. Y en Eupol participan entre cinco y quince hombres. Por eso, la contundencia de Zapatero apunta hacia un refuerzo mayor.
Mucho han cambiado las cosas desde que el presidente del Gobierno español llegó a La Moncloa. De negar la importancia del duro desprecio con el que, durante toda una legislatura, le castigó el presidente amigo de José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero ha pasado a considerar la complicidad con el Gobierno norteamericano como un hecho crucial. Lo dijo en el Capitolio, durante su encuentro previo con la presidenta del Cámara, Nancy Pelosi, en el que se refirió a la relación entre España y EE UU como «fundamental para el bienestar de millones y millones de seres humanos en todo el mundo».
Fue una reflexión que venía al hilo de otra: «La paz, el futuro, el bienestar de millones de seres humanos, que seamos capaces como generación de respetar la naturaleza y su futuro dependen de la colaboración de los países democráticos y desarrollados». Así arrancó Zapatero la jornada, tras haber pasado la noche en la lujosa residencia Blair, la mansión decimonónica que los presidentes de EE UU ponen a disposición de sus invitados, a unos pasos de la Casa Blanca.
La experiencia en el Gobierno ha cambiado a Zapatero. El mismo dirigente que se negó a levantarse ante la bandera de barras y estrellas en el desfile del día de la Hispanidad, en 2003, se rindió ayer ante la «gran nación» estadounidense. «Siempre hemos mirado con aprecio y admiración la aportación política de Estados Unidos: desde los padres fundadores siempre ha habido grandes lecciones para la historia y para la democracia», insistió.
Desde esta nueva perspectiva, Zapatero aspira a pilotar la renovación de la Nueva Agenda trasatlántica firmada en 1995 entre Bill Clinton, por parte estadounidense, y Felipe González, como presidente de turno de la UE. Y Obama aseguró ayer que está por la labor. Fijó los objetivos: reforzar la lucha contra el terrorismo, aumentar la seguridad en el mundo, incrementar la colaboración científica y acometer una aproximación a Rusia como actor fundamental en el escenario internacional.
El presidente del Gobierno también logró el compromiso de la creación de un foro de inversión y colaboración de las principales empresas de ambos países. Las españolas son líderes en renovables y alta velocidad. «Mi deseo es que a la salida de la crisis haya un nuevo gran ciclo de inversión de Estados Unidos y España para crear empleos», señaló.
Muchos temas
Si su encuentro con Obama sirvió para este empeño está por ver, porque eran muchos los temas en la agenda y poco el tiempo disponible. La visita a la Casa Blanca se cerró después de que el Gobierno hubiera organizado una gira por Oriente Próximo para preparar la presidencia española de la UE, en el primer semestre de 2010. Así que apenas había media mañana para afianzar ese vínculo al que el presidente del Gobierno español concede tanta importancia.
Lo cierto es que ayer tenía una oportunidad de oro para reivindicar el papel histórico de España en el continente y la perdió. Fuentes diplomáticas aseguran que se está haciendo un «esfuerzo» por dar a conocer la «huella» española en Estados Unidos, ahora que se conmemora el aniversario de la fundación de ciudades como Miami, Pensacola o Santa Fe. Zapatero podría haber participado en la Fiesta Latina que ayer mismo por la tarde se celebraba en la Casa Blanca, con artistas como Gloria Stefan, Thalía, Marc Anthony o el actor Jimmy Smits. El acto se retransmitirá por Telemundo, uno de los dos grandes canales dirigidos a los cerca de 50 millones de hispanos que residen en este país. Se lo perdió.