Del orgullo al recelo

Siempre se ha considerado un halago tener jugadores internacionales en la plantilla de cualquier club del mundo. El orgullo que debe provocar esta circunstancia, unida a la repercusión mediática que supone para cualquier equipo que alguno de sus futbolistas pasee su nombre por todo el mundo, debería ser suficiente para calmar los ánimos. Digo esto porque en la actualidad, defender la camiseta de su país está provocando recelos por parte de las principales entidades futbolísticas de la Liga BBVA.

Por un lado está el debate abierto por el revuelo surgido en la selección nacional con la marcha anticipada de Puyol y Xavi principalmente. También es de destacar las lamentaciones del Real Madrid por la lesión de Cristiano Ronaldo jugando con Portugal, que le dejará un mes fuera de la competición doméstica.

El Xerez tiene esta temporada en sus filas a dos jugadores internacionales, algo que precisamente está influyendo en el trabajo de Cuco Ziganda porque no ha podido contar en demasiados entrenamientos con el chileno Fabián Orellana y el venezolano Giancarlo Maldonado. Lo mismo ocurrió la pasada campaña con el centrocampista ganhés Rabiu, que ahora está ofreciendo su valía en el Mundial sub'20. Sin embargo nadie se ha quejado por ello. Será porque en los clubes humildes no se paran a medir las consecuencias que pueden provocar sus ausencias.

No obstante, resulta cuando menos curioso que el media punta Fabián Orellana esté triunfando con la camiseta de su país y aún no haya debutado con la elástica azulina. Entre problemas con los medicamentos y la fase de acoplamiento, el técnico navarro no ha tirado de El Poeta para acabar con la falta de pegada que acucia al equipo desde que comenzó su andadura en la Liga de las Estrellas.