Sitges premia la luna

La 42 edición del Festival de Cine Fantástico de Sitges ha consagrado a Moon, estrenada en toda España este pasado viernes, con cuatro premios, entre ellos los de mejor película y mejor actor, para su protagonista y único personaje del filme, Sam Rockwell. En la clausura se ha entregadoun premio a Viggo Mortensen, protagonista de The Road (La carretera), película que ha cerrado el Festival, el Gran Premio de Honor del certamen.

Moon, ópera prima de Duncan Jones, hijo del músico David Bowie, es un filme que recupera la tradición del cine de ciencia ficción de finales de los 70 y primeros años 80, a los que homenajea, con el gusto por las maquetas a la hora de recrear los efectos visuales. Es una película de un único actor, Sam Rockwell, que da vida a un solitario trabajador de una base lunar, donde está secundado por Garty, un ordenador que le cuida y le hace la vida más fácil, dentro de lo que cabe. El problema surgirá cuando, a poco de finalizar su estancia lunar, sufra un accidente, y sea reemplazado por su propio clon. Naves misteriosas, 2001: Una odisea del espacio, Atmósfera Cero, Solaris, en la versión de Andrei Tarkovski o incluso Alien son referencias que se pueden encontrar en el filme. Moon ha obtenido los premios a la mejor película, mejor actor (Sam Rockwell) mejor guión y mejor diseño de producción.

Vuelve Noe

Garpar Noe, el director de Irreversible, ha rodado la película a base de larguísimos planos, sin contraplano alguno, provocando que el filme, de 2 horas 45 minutos, resultase bastante tedioso. A su favor cabe decir que es la película que más controversias ha provocado, con defensores a ultranza y acérrimos detractores. No ha dejado a nadie indiferente. Junto con los galardonados, Viggo Mortensen ha sido el gran Premiado del Festival de Sitges.

En la gala de clausura ha recibido el Gran Premio Honorífico del festival, y se ha proyectado The Road (La carretera), película apocalíptica sobre el crepúsculo de la civilización en la que es el gran protagonista. Con una espléndida fotografía del español Javier Aguiresarrobe, la película estadounidense se sitúa en un momento en que ha desaparecido la civilización. Grandes incendios han acabado con cualquier vida vegetal y los cielos del planeta se han vuelto grises. Con bandidos asaltando los caminos en busca de alimentos, un padre y su hijo viajan a pie hacia el mar. El filme se basa en una novela de Cormac McCarty (el mismo autor de No es país para viejos).