Ciudadanos

Por si acaso

El temor a sufrir aún mas los efectos de la crisis llevó a Sara y su familia a

SAN FERNANDO Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La crisis aprieta, los empleos flaquean y la mayoría de las familias de clase media no saben cómo afectarán los índices económicos de mañana a sus ingresos mensuales. Por ello, llegar a fin de mes con algún ahorro es todo un reto para contar con una pequeña bolsa para los imprevistos que pueda deparar el futuro.

Sara Isabel de la Hera tiene una hija de 22 meses que ocupa su tiempo al completo. Su marido es el que tiene un empleo estable y ambos ponen cada día de su parte para guardar algo del dinero que entra en casa. «Todos los meses no podemos guardar algo, pero lo intentamos, aunque sean cincuenta euros», explica Sara Isabel.

Esta joven residente en San Fernando tiene claro que en los tiempos que corren es importante tener un pequeño fondo para hacer frente a gastos inesperados como averías de los electrodomésticos. «Ahora mismo tengo la lavadora estropeada y quizá tenga que comprar una nueva, por eso hay que prevenir», señala. El mes que transcurre con pocos gastos, deja de ser sinónimo de derroche para ajustar al máximo las cuentas. «En diciembre nos llega el impuesto de la casa y, también, el seguro del coche». A esto se unen los gastos extras de las fiestas navideñas y la cartera se aprieta más que nunca.

Cuesta todos los meses

«Hay muchos meses en los que es imposible guardar nada porque la niña también supone mucho gasto con los pañales, la leche en polvo...», explica. La cuesta de enero ha pasado a convertirse en la cuesta de octubre, noviembre, o diciembre. El mes da igual porque con la crisis todos suponen un esfuerzo extra y un trabajo para salir adelante. «Antes hacía la compra con 30 euros y ahora me cuesta el doble», señala Sara Isabel. El desempleo también es un temor que afecta a las familias y, en este caso, su marido es el único que por ahora tiene un puesto de trabajo estable.

Aunque las garantías nunca existen. Asegura que «ahora, en cualquier sitio, presentan un ERE y despiden a todos, y más aún en una empresa que depende del nivel de producción». Más vale prevenir que curar, y aunque cueste, hay que seguir ahorrando. Es la única forma de salir airosos de los gastos inesperados.