Olores de temporada
Actualizado: GuardarSi el verano se reconoce por la venta de helados, de horchatas y granizadas de todos los gustos y sabores el otoño tiene otro aroma. No sólo es el azahar al llegar la primavera. Esta época del año está marcada por la caída de las hojas, el verde se torna amarillento y la brisa deja de ser suave para apetecer coger la bufandita y sus guantes.
He de reconocer que no sabía que ya había hecho acto de presencia el ventoso otoño porque este calor del membrillo me tiene algo confusa. Un día amanece con el Lorenzo apremiando como que anochece y caen verdaderos chuzos de punta.
Pero lo que sí que me hace pensar que ha llegado el otoño es por sus carritos de venta de castañas. Ese aroma que lo inunda todo. El puesto estaba colocado estratégicamente, en la Alameda Cristina bajo el cobijo y el amparo de los árboles. Pero ya está, ya han llegado. Si en Burgos han hecho una escultura en reconocimiento a la labor de las castañeras aquí deberíamos rendirle algún homenaje y más por conseguir vender con el calor que está haciendo.
Eso sí, he de reconocer que era una estampa atípica, comprar sus castañitas bien asás en camiseta de manga corta o vestidito de verano. Fue toda una tentación y me fui mirando de reojo el carrito con sus cartuchos de estraza -que será por la crisis o para animar a los clientes, pero este año los cartuchos son más grandes, el mismo precio pero caben más castañas, todo un chollo para el bolsillo-. y su cazuelita llenita. Será que ya ha llegado pero me gusta disfrutar de un cartuchito con su frío y las primeras lluvias. Cobijados bajo un paraguas y disfrutando en compañía de un manjar recién asado.
El otoño ha llegado, sus castañas lo atestiguan, sólo queda sacar los abrigos y las bufandas y hacer cola enfrente del carrito para compartir un cartuchito.