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ATAQUE EN HERAT

Dolor y emoción en el funeral del cabo muerto en Afganistán

El Príncipe de Asturias, que ha presidido el acto, ha impuesto a Cabello la Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo

AGENCIAS |
LAS PALMAS DE GRAN CANARIAActualizado:

Familiares, amigos y autoridades, encabezadas por el Príncipe de Asturias, han dado hoy su último adiós al soldado Cristo Ancor Cabello, fallecido en un atentado en Afganistán el pasado miércoles, en un funeral marcado por el dolor y la emoción en el cuartel de La Isleta de Las Palmas de Gran Canaria. El acto también ha contado con la presencia del jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, la ministra de Defensa, Carme Chacón, el líder del PP, Mariano Rajoy, y el presidente de Canarias, Paulino Rivero, entre otras autoridades.

La familia del cabo, en especial su madre y su abuela, han seguido la ceremonia con gran pesar ante el féretro del soldado y han recibido el apoyo psicológico de militares que les han asistido durante el funeral, que ha durado una hora, en el que el Príncipe ha impuesto a Cabello la Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo, una condecoración que reconoce la labor desempeñada por los soldados en misiones como la de Afganistán.

Antes del comienzo de la ceremonia, Don Felipe y Zapatero se han acercado a los familiares del cabo para darles el pésame y trasladarles su afecto y solidaridad. El féretro, cubierto por la enseña nacional, ha entrado en la explanada a paso lento portado por ocho miembros de la brigada, bajo los acordes de la marcha fúnebre, que lo han colocado ante el altar y el mástil con la bandera a media asta como testigo.

La ceremonia ha sido oficiada por el arzobispo castrense, Juan del Río Martínez, que ha estado acompañado del obispo de Canarias, Francisco Cases Andreu. Del Río ha pedido a la familia y amigos del soldado fallecido "no desfallecer" en este momento de dolor. "Esta muerte es semilla de libertad. Sed fuertes. Es el mejor homenaje que podéis rendir a vuestro hijo", les ha dicho el vicario general castrense que ha afirmado que militares como Cabello "son un constante referente de que España es un país que sabe mirar de frente y no esquiva su mirada ante los graves problemas internacionales". Ha alentado a no bajar los brazos para derrotar a los violentos en países como Afganistán. "O acabamos con el terrorismo o terminamos siendo esclavos de él".

La solemnidad y la emoción contenida que han rodeado al acto se ha intensificado con el homenaje a los caídos por España y la interpretación de La muerte no es el final, seguida de un toque de oración, salvas y el himno de infantería. El úlitmo adiós al cabo canario ha concluido con el himno de España y con la retirada del féretro a hombros al son de una marcha fúnebre y seguido por dos soldados que han llevado una corona de flores. Muy abatidos, han seguido al féretro la madre del cabo, Concepción Santana, la abuela y un hermano, así como cerca de un centenar de familiares y amigos de Cabello. El cadáver ha sido trasladado al panteón militar del cementerio de San Lorenzo, donde se le dará sepultura en un acto íntimo al que sólo asistirán sus allegados.

Llegada a Gran Canaria

El cadáver del militar llegó anoche acompañado de la ministra de Defensa, Carme Chacón, en un avión militar al aeropuerto de Gando, en Gran Canaria. De la Vega y Rivero acudieron al aeropuerto para recibir el féretro del militar, al igual que el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Jerónimo Saavedra; el presidente del Cabildo insular, José Miguel Pérez, y la delegada del Gobierno en Canarias, Carolina Darias.

Procedente de la base aérea de Herat, y con escala en Manás (Kirguizistán), el avión de la Fuerza Aérea Española aterrizó a las 21.48 horas en el aeródromo militar de la capital grancanaria, donde esperaban los familiares y amigos del cabo muerto. Nada más descender de la nave, Chacón expresó su pésame a la madre del militar muerto, con la que se fundió en un abrazo. A pie de pista, se ofició un responso en memoria del cabo Cabello, de 25 años.

Compañeros de brigada del fallecido transportaron a hombros el féretro, cubierto por una bandera de España, hasta un coche fúnebre que esperaba en la pista, para lo cual desfilaron por delante de familiares y autoridades. En ese momento, los familiares no pudieron contener el dolor y las lágrimas, momento en el que el obispo de Canarias, Francisco Cases, ofició un breve responso. A continuación, el cadáver fue trasladado al Instituto Anatómico Forense para que practicarle la autopsia. Durante la madrugada, quedó abierta en la zona militar de La Isleta, la capilla ardiente del cabo grancanario.