Funcionarios forenses buscan pistas del ataque a la Embajada de India. / AFP
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El terror se instala en Kabul con un nuevo atentado

Un suicida talibán causa diecisiete muertos al inmolarse ante la Embajada de India en la capital de Afganistán

ENVIADO ESPECIAL. KABUL Actualizado: Guardar
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Una fuerte explosión y un hongo de humo negro. De nuevo en el centro de Kabul, otra vez en la que se supone debería ser la parte más blindada de Afganistán. Por cuarta ocasión desde agosto, la capital se despertó con el estruendo de una bomba que acabó con la vida de al menos diecisiete personas e hirió a otras sesenta. Un suicida logró burlar al volante de su coche los controles policiales de la calle en la que se encuentran la Embajada de India y el Ministerio de Interior y tras aparcar a las puertas de la delegación diplomática hizo estallar su carga letal.

Los talibanes reivindicaron la acción y aseguraron en una página web que el objetivo fue la sede diplomática india, un lugar que ya fue atacado el 7 de julio de 2008, cuando fallecieron 44 personas. Nueva Delhi expresó su condena y aseguró que gracias a las medidas de seguridad tras aquel ataque se pudo evitar «lo que podría haber sido una tragedia similar».

Víctimas civiles

Pese a que la insurgencia justifica sus acciones con que los objetivos finales son las fuerzas de la OTAN y los edificios oficiales, los civiles fueron una vez más las principales víctimas. En el caso de ayer quince de los diecisiete fallecidos que se encontraban en el lugar, porque querían pedir un visado para viajar a India; los otros dos eran agentes de policía.

Dos miembros de la misión policial europea, Eupol, resultaron heridos, ya que se encontraban en las dependencias del Ministerio para dar un curso de preparación a los agentes locales.

«No hay seguridad, han vuelto a demostrar que pueden golpear en cualquier lugar», aseguraba indignado un funcionario de la representación europea desde su despacho, cuyos cristales quedaron destrozados. El personal pasó gran parte de la jornada en el sótano por el temor a la explosión de un segundo vehículo.

Mientras la comunidad internacional espera que Barack Obama tome una decisión sobre la nueva estrategia a seguir en el frente Af-Pak -ayer se reunió con Biden y Clinton con ese fin- y la Comisión Electoral de Quejas prosigue con el recuento de los votos para determinar el volumen del fraude cometido por Hamid Karzai el 20 de agosto, la insurgencia sigue ganando terreno y aprovecha el desconcierto para consolidarse en la capital. Las alertas sobre la presencia de células suicidas en Kabul son permanentes y los repetidos ataques muestran su capacidad de acción.