Atrapados en Las Pachecas
Vecinos de la barriada con problemas de movilidad denuncian que tienen que recurrir a taxis para desplazarse a Jerez porque los autobuses no están adaptados
JEREZ Actualizado: GuardarA Antonio Álvarez no le gusta quitarse años. Todo lo contrario. Dice que tiene 79, aunque no los cumplirá hasta febrero. Es un hombre llano y directo. Sólo hace falta mirarle para darse cuenta de que es buena gente, una persona auténtica. Y de las que gusta ir con la verdad por delante, excepto en el referido tema de su propia edad. Quizá por eso la federación de asociaciones de vecinos Unión Rural le puso ayer como ejemplo para denunciar públicamente una realidad en la barriada de Las Pachecas: los autobuses que conectan con Jerez no están adaptados.
Álvarez y su esposa, Justa Vázquez (74 años), padecen problemas de movilidad. Él los tiene sobre todo en las piernas y ella sufre de artrosis. Ambos son, además, diabéticos y de un tiempo a esta parte tienen que desplazarse muy a menudo a la ciudad para ir al hospital. Pero casi nunca pueden hacerlo en autobús, porque éste carece de plataforma de acceso. Antonio apunta que, además, «hasta hace poco no tenía asientos bajos», lo que, según él, les impedía sentarse. «Menos mal que en en junio pusieron cuatro o cinco, aunque a veces están todos ocupados», añade.
No son los únicos damnificados por esta situación. Afirma que hay por lo menos una decena de personas más en Las Pachecas que, como él y su esposa, tienen que recurrir a un taxi ante esta situación. «A 11 euros que cuesta el trayecto, ya se puede hacer un cálculo de lo que nos cuesta; hay semanas que hemos tenido que ir todos los días, y yo sólo cobro una pensión de 500 euros», apunta Antonio Álvarez.
Ana Rosa Pérez, presidenta de Unión Rural, explica que tardará en olvidar cómo conoció a Antonio. Cuenta que estaba visitando Las Pachecas para conocer de primera mano las necesidades de la barriada cuando dicho vecino la llamó impacientemente. Le relató entonces el calvario que estaban sufriendo él, su esposa Justa y otras diez personas con problemas de movilidad. «Me lo dijo llorando, porque lo estaba pasando realmente mal», señala. Tanto que, según la propia Ana Rosa Pérez, le reconoció que se había gastado «más de 40.000 de las antiguas pesetas» en llamadas a diferentes administraciones y organismos para que solucionasen el problema.
Tercermundista
La presidenta de Unión Rural considera que es «intolerable» que, «en los tiempos que estamos», los mayores de Las Pachecas no puedan ni siquiera ir al médico o «a divertirse a un centro de mayores, y es algo tan fácil de solucionar que con un mínimo de voluntad política bastaría, simplemente con adaptar los autobuses».
Pero la representante vecinal va más allá al afirmar que «es inconcebible que digan que ya no hay problemas en las barriadas rurales y que no hay barreras arquitectónicas». «Lo que está claro es que los tratan como a ciudadanos de tercera, porque la situación que padecen es tercermundista», concluye.