Varios miembros de una patrulla española en la base de Herat, donde estaba destinado el cabo fallecido. / EFE
ESPAÑA

Una mina revienta un blindado español en Afganistán y mata al conductor

El vehículo llevaba inhibidores pero carecía del dispositivo de protección contra artefactos explosivos enterrados

MADRID Actualizado: Guardar
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El cabo Cristo Ancor Cabello Santana, de 25 años, perdió ayer la vida en Afganistán tras pisar el vehículo blindado que conducía una mina anticarro colocada por la insurgencia. El soldado formaba parte de una patrulla de reconocimiento y seguridad en las inmediaciones de Herat. Otros cinco militares resultaron heridos leves y se encuentran fuera de peligro. Con esta muerte se eleva a 90 el número de militares españoles fallecidos desde que comenzó la misión de mantenimiento de la paz en ese país, a finales de 2001.

La explosión se produjo a mediodía en Afganistán, 9.30 horas en España. El cabo Cabello y sus cinco compañeros, todos naturales de Las Palmas, circulaban en un vehículo medio sobre ruedas (BMR), cerca de la localidad de Shinwashan, a 15 minutos de la base de Herat. Acompañaban a una patrulla compuesta por otros diez blindados de la sección de la Task Force Fuerteventura, encuadrada en el Mando de Operaciones de Canarias, que llegó a Afganistán en julio.

Según fuentes militares, su labor consistía en inspeccionar y desmantelar puntos de control ilegales en el distrito de Pasthun Zarghun, al este de Herat. Ésta es una zona controlada por clanes a los que se atribuye varios ataques con mortero contra el acuartelamiento español. Estos rechazan la presencia de las tropas pacificadoras internacionales.

La explosión se produjo cuando el BMR pisó una mina anticarro que tenía un detonador de presión. La deflagración provocó heridas de gravedad al cabo y leves a sus compañeros. Todos fueron evacuados al hospital de la base de Herat. Durante 40 minutos, los cirujanos lucharon por salvar la vida de Cabello, quien falleció en la sala de operaciones. Sus compañeros, entre ellos una mujer, fueron atendidos de diversos traumatismos menores y se encuentran estables.

La ministra de Defensa, Carme Chacón, aseguró antes de subirse al avión en el que viajó a Afganistán que los heridos, de los que el Ministerio no facilitó sus identidades, viajarán pronto a España para recuperarse y encontrarse con sus familiares. Chacón viajó acompañada por el jefe del Estado Mayor de la Defensa, el general José Julio Rodríguez, quien supervisará la repatriación del cadáver.

Blindados

El BMR siniestrado llevaba inhibidores de frecuencia, pero carecía de protección contra las minas. Estos vehículos de seis ruedas son de fabricación española, pesan 14 toneladas, miden más de seis metros y tienen 30 años de antigüedad. Su fragilidad para amortiguar las bombas camineras de los talibanes llevó al Ministerio a sustituir estos vehículos por otros más preparados. La operación concluirá a lo largo de este mes.

Hasta la fecha 28 soldados españoles han perdido la vida cuando viajaban en BMR, por accidentes, ataques terroristas o explosión de artefactos. Precisamente, en los dos últimos siniestros mortales en Afganistán estuvieron implicados estos blindados. En el primero, en febrero de 2007, falleció la soldado Idoia Rodríguez, mientras el segundo tuvo lugar el pasado noviembre, cuando un suicida acabó con la vida del brigada Juan Andrés Suárez y el cabo Rubén Alonso.

Fuentes de Defensa explicaron que entre junio y julio se desplegaron 92 nuevos blindados antiminas Lince, 32 más de los programados. Además, el contingente ha comenzado a recibir los primeros blindados ligeros RG-31 antiminas.

El presidente del Gobierno trasladó sus condolencias a los familiares y subrayó que la sociedad estará «en deuda permanente». Mientras que el presidente del PP, Mariano Rajoy, pidió al Ejecutivo que haga un esfuerzo para mejorar la seguridad de los soldados.