Amenábar apuesta fuerte
El director presenta en Madrid 'Ágora', una de las mayores producciones de la historia del cine español
MADRIDActualizado:Alejandro Amenábar no descansó en la noche del lunes. Le ocurre igual en los rodajes. Ágora, una de las mayores producciones españolas con un presupuesto cercano a los 50 millones, se estrena en España el próximo viernes. Y tres día antes, el director madrileño presentó su película junto a Rachel Weisz, Oscar Isaac y Max Minghella en un marco extraño para estas lides como es la Biblioteca Nacional. En este lugar, rodeado de obras, Amenábar intentó explicar esa atracción por Hipatia, el personaje que le ha cautivado durante los últimos cuatro años.
En el Egipto del siglo IV, las revueltas religiosas protagonizadas por los cristianos llegan a Alegrandría. En su famosa biblioteca, Hipatia (Weisz), astrónoma neoplatónica, intenta defender su legado junto a varios discípulos: Orestes (Isaac) y Davo (Minghella), un esclavo que ve en la revolución cristiana una manera de evolucionar. Con estos ingredientes, Amenábar narra el martirio de este personaje mítico. «Fue martirizada por un grupo de cristianos. No por todos. Quería denunciar a los que se desentienden de la razón para defender sus ideas con la fuerza», matizó el realizador ante las quejas de que los cristianos sean los malos.
El creador de Tesis o Mar adentro pasó de puntillas sobre este tema: «Yo he evolucionado desde la fe católica, he pasado por el agnosticismo y ahora soy ateo. No sé si soy más o menos feliz que otros». Esa época de cambios supuso acabar con siglos de conocimiento y que el mundo occidental se embarcara en la «oscuridad» de la Edad Media. Sin embargo y a pesar de que algunas cosas no cambia («se sigue lapidando gente»), Amenábar es optimista y considera que lo mejor está en el futuro: «Todo tiempo pasado fue peor».
Además de recrear en Malta la ciudad egipcia como hace 1.600 años, los actores se tuvieron que empapar de lo que era aquella época. Weisz, por ejemplo, apostó por no saber mucho sobre el mito de Hipatia y se centró en sus conocimientos.
Actores 'estirados'
«Tuve que aprender algo de ciencia para ser creíble. Pero al ser una persona tan racional, guiada siempre por el intelecto, temía que no pareciera real», comentó la actriz británica, que quería alejarse de las películas clásicas en que los actores aparecen «estirados».
Por su parte, Amenábar tuvo claro desde el principio que la película tenía que ser rodada en inglés, el latín del siglo XX según Umberto Eco. «Mel Gibson rodó en arameo La Pasión, pero creo que con nuestra historia era imposible. Primero porque no se conoce tanto y segundo por iba a suponer un gran estrés para los actores rodar en griego clásico, latín y copto», comentó el director ante la mirada de sus actores. Isaac y Minghella, que debutaban en papeles importantes en una gran producción, destacaron la tranquilidad del director madrileño durante la filmación. Amenábar continuará con la promoción de la película en todo el mundo durante los próximos meses.