Santa Ikea que estás en los cielos...
Actualizado: GuardarEstoy segura de que muchos en Jerez, entre ellos los miembros del equipo de Gobierno local, se deben acostar todas las noches dirigiendo una oración y encendiendo una velita mirando a Suecia, más concretamente al consejo de administración de la empresa multinacional Ikea, que parece que es la que nos va a sacar de todos nuestros problemas, la que hará que haya más trabajo en Jerez, la que acabará con la precariedad, la que hará que brille más el sol y que los pajarillos canten... la gran salvadora de la ciudad.
Lástima que una sea tan escéptica, y que no me sirva de sustento lo que a ésos que miran ya con deseo y anhelo hacia donde el esqueleto de la tienda de muebles se levanta poco a poco. A mí las obras de Ikea me alegran, todo sea porque las empresas inviertan, pero acto seguida mi atención se distrae cuando empiezo a pensar en lo que desde hace años claman las centrales sindicales de Jerez: en que aquí ya tenemos el mercado muy saturado de comercios, y que lo que de verdad necesita el corazón de nuestra economía para seguir latiendo es industria, ésa que crea puestos de trabajo duraderos y de la que a este paso sólo nos va a quedar el recuerdo.
Si hace algo más de un año cerró la azucarera de Guadalcacín, si la marcha de Delphi a países con mano de obra más barata también supuso un mazazo en Jerez, si no hemos levantado cabeza desde que tuvo lugar la reconversión bodeguera en los 90... si no teníamos bastante con esos ejemplos, ahora llega Vicasa para terminar de arreglar el panorama.
Algunos dirán encima que es lógico que se marchen aunque la fábrica de botellas sea rentable, que por culpa de la crisis les salió el tiro por la culata con el pelotazo inmobiliario que iban a dar. Yo sólo digo que no hay vergüenza, y que hay que ser más responsables.