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Los suspensos en el carné de conducir se multiplican al apurar los aspirantes el número de clases
Las autoescuelas advierten de un descenso de hasta un 70% en las matriculaciones por la crisis; el sector se lanza a una guerra de ofertas agresivas con precios incluso por debajo del coste
CÁDIZ Actualizado: Guardar¿Cuántas clases prácticas de conducir necesitó para obtener el carné usted, su pareja, o sus amigos? El número de clases mínimas exigidas por ley, hasta hace poco eran diez, aunque quizá compruebe que son pocos los conductores que con ese número se atrevían aún a someterse a la inflexible mirada del examinador del carné.
En estos tiempos de crisis, sin embargo, la economía pesa más que la razón, el miedo o la inexperiencia. Y cada vez más alumnos se lanzan a la aventura de examinarse del carné, escatimando al máximo las lecciones prácticas. Así lo confirman las autoescuelas de la provincia, que han comenzado a percibir no sólo un descenso considerable de matrículas, sino además, una contratación cada vez menor de clases prácticas.
La principal consecuencia de esta austeridad se nota ya en las propias estadísticas de las autoescuelas, cuyos ratios de aprobados también empiezan a caer, debido a que muchos alumnos acuden al examen insuficientemente preparados.
Escatimar en preparación
Obtener el examen del carné de conducir en la provincia de Cádiz puede costar a cada alumno entre los 450 euros (si uno es muy hábil y aprueba todos los exámenes a la primera con un número mínimo de lecciones), hasta los mil euros (sin que ello signifique que se trata de una persona torpe). Un gasto que, en una provincia acuciada por el desempleo, representa un auténtico lujo para muchos gaditanos. Sin embargo, conducir representa también otros muchos una auténtica necesidad, por ejemplo, para buscar trabajo.
Son las clases prácticas las que marcan la diferencia entre un precio y otro. Ya que cada clase supone, de media, un desembolso de entre 20 y 25 euros por cada hora.
Reducir el número de clases de 25 a sólo 15, supone por tanto un ahorro de al menos 200 euros Germán Juliá, titular de la autoescuela San Cristóbal, reconoce que «cuando se enfrentan al primer examen, hay muchos alumnos que deciden acudir antes de tiempo, con unas 10 o 15 clases, cuando lo normal es recibir unas 20 o 25 horas prácticas para estar preparados. Los hay -pocos- que aprueban, aunque otros muchos se encuentran con la realidad: que un permiso hay que prepararlo bien. Así, en el segundo examen, se lo piensan más y reciben las clases que necesitan», explica Juliá. En sus 56 años de vida la autoescuela San Cristóbal (la más veterana de la capital) ha pasado por todo tipo de crisis, aunque no recuerdan una como la actual.
Pierden clientes
El descenso en la contratación de clases prácticas, sin embargo, no es el principal escollo al que se enfrentan las autoescuelas para salir de la crisis. La sangría de ingresos es aún más grave, debido al descenso en picado del número de clientes y matriculaciones, que en menos de un año ha decaído porcentajes del «60% al 70% para el permiso de conducir tipo B (que permite circular con turismos). Así lo explica Juan Belizón, presidente de la Asociación de Autoescuelas de Cádiz y director de la academia La Caleta, que advierte de que el año que se avecina «puede ser aún peor que los anteriores». Desde la asociación ha visto cómo en el último año han cerrado «unas 12 empresas en la provincia». Y las que han sobrevivido han optado por despedir otra docena de sus profesores en 12 meses.
En plena tormenta, las autoescuelas se agarran al único flotador que les queda: la oferta de otros permisos, hasta ahora minoritarios, como el carné profesional (tipo BTP) para conducir autobuses y camiones, o el permiso de tipo A para motocicletas de más de 125 centímetros cúbicos. La crisis, en lugar de reducir la demanda para estas licencias, como en el caso de los turismos, ha provocado un sorprendente incremento de los alumnos matriculados en este tipo de carnés, que no obstante siguen siendo minoritarios. Según la Jefatura de Tráfico, el pasado año comenzó a detectarse un descenso del número de examinados. Y ha sido ahora, en 2009, cuando la caída se ha confirmado hasta cifrarse la diferencia en casi un 50%.
De este modo, desde enero hasta septiembre se han examinado en la Jefatura de Tráfico de Cádiz 39.338 personas. Mientras, en ese mismo periodo, los alumnos que pasaron por el examen práctico en la provincia casi alcanzaba las 59.000 personas. En el caso de la prueba teórica, la diferencia resulta aún mayor. Ya que, frente a los 3.960 aspirantes que se examinaron en la prueba común (excluyendo los examinados de carnés profesional y de moto) hasta septiembre de 2008, en el presente año apenas 18.031 personas se han enfrentado a las 30 preguntas tipo test que conforman la prueba. Un 43% menos.
Lucha de precios
Para atraer a mayor número de alumnos, y salvar la situación, las autoescuelas se encuentran inmersas en una auténtica guerra de precios, con lanzamientos y ofertas a veces tan agresivas que en ocasiones se sitúan por debajo de los propios costes.
«Estamos llegando a cobrar 450 euros por la matriculación, con el regalo de 10 clases prácticas», explican desde la autoescuela La Caleta. «Y si hasta ahora una lección se cobraba a 30 euros, algunas empresas han reducido el precio a los 20 euros», reconocen.
«Como todos los negocios, hemos tenido que proponer ofertas, porque hay que entender que las economías de las familias no están para gastarse lo que antes. ¿Qué familia puede gastarse 1.000 euros en un carné?», se pregunta Juliá, quien avisa que en la competencia «se están haciendo barbaridades, pero suponen un arma de doble filo. Hay autoescuelas que usan como cebo ofertas espectaculares, que están pensadas para que los alumnos no se saquen el carné a la primera» alertan. No obstante desde una autoescuela de la capital se advierte: «Al final, para aprobar, hay que acudir bien preparado».