ESPAÑA

Dos mujeres mueren a manos de sus parejas en Tarragona y Alicante

Los asesinos, un español y un británico, se suicidaron con sus escopetas de caza en el lugar de los crímenes

BARCELONA / ALICANTE Actualizado: Guardar
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Dos nuevas mujeres se sumaron a la dramática lista de víctimas por violencia de género. Los sucesos ocurrieron en Vilaseca (Tarragona) y San Fulgencio (Alicante) y en ambos casos sus verdugos se quitaron posteriormente la vida con escopetas de caza.

La localidad tarraconense amaneció ayer conmocionada. Un hombre asesinó en la noche del domingo a su mujer a tiros y a continuación se quitó la vida. Los hechos ocurrieron sobre las 21.00 horas. Los vecinos de la calle Mas en Gras escucharon varios disparos, así como gritos y ruido de cristales rotos. Luis M. B., de 54 años, supuestamente había matado a su mujer, Josefina Ruiz, de 48 años, y posteriormente se había suicidado con la misma escopeta. «La mujer volvía de casa de sus hermanos de ver un partido de fútbol y él le esperaba en la puerta para matarla», relató Josep María Plasencia, vecino del inmueble. Tras pegarle dos tiros a la mujer, el hombre se suicidó en el dormitorio.

El hijo menor de la pareja, menor de edad, llegó poco más tarde y se encontró con la trágica situación. «Socorro, mi padre ha matado a mi madre», relataron los vecinos que gritó al entrar a casa. Como consecuencia de los golpes y puñetazos que el joven dio a una puerta tuvo que ser ingresado en el hospital de Santa Tecla con leves lesiones en un brazo y un fuerte estado de shock.

A pesar de que estaba en trámites de separación, el matrimonio aún compartía el apartamento familiar. Según los vecinos, la relación estaba muy deteriorada entre ambos pero, al parecer, la víctima no había denunciado nunca a su marido. Eso sí, según señalaron amigos próximos, la mujer les había contado que su marido le controlaba mucho y que la situación era muy tensa. El hombre estaba en el paro y bajo tratamiento médico por depresión.

Horas antes se había repetido una escena similar en San Fulgencio. En esta localidad alicantina, un inglés de 72 años mató de un tiro con una escopeta a su esposa, de 55, mientras ésta dormía y, a continuación, se suicidó con el mismo arma en su chalé. El crimen tuvo lugar a primera hora del domingo, pero no se descubrió hasta pasadas las 22.00 horas, cuando un vecino que tenía previsto recoger a la hermana del homicida en el aeropuerto acudió a casa a la hora acordada. Al no tener respuesta y encontrar la puerta abierta sospechó que algo había ocurrido y avisó a la Policía. La alcaldesa de la localidad, Trinidad Martínez, explicó que el hombre disparó a su mujer una sola vez y, a continuación, ayudándose de un palo, se disparó él mismo en la boca.

Las investigaciones apuntan a que el agresor había planificado el crimen con antelación de forma meticulosa, puesto que dejó la puerta abierta y toda la documentación a la vista. Incluso, los agentes averiguaron que el presunto asesino había adquirido recientemente un nicho en el cementerio. También había dejado abundante agua y comida al perro y al gato que convivían con ellos.

Según los vecinos, el agresor había sufrido varios infartos cerebrales que había sobrellevado bastante bien, aunque hace poco le diagnosticaron un cáncer terminal que parece haber provocado el desequilibrio psicológico que presuntamente le llevó a cometer el crimen. Ninguno se esperaba este dramático final.