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Los vecinos se quejan de que en la ciudad no hay alternativas de ocio nocturno para los jóvenes. / LA VOZ
Jerez

El botellón empieza a reactivarse en algunas zonas del centro de Jerez

El espacio habilitado junto al Hontoria estuvo a rebosar, aunque muchos jóvenes prefirieron reunirse cerca de Puerta de Sevilla

M. J. P.
JEREZActualizado:

Aún es un fenómeno muy tímido, una imagen alejada de ésas de hace tres o cuatro años cuando miles de jóvenes se reunían para hacer el botellón en las plazas de San Andrés y de Arenal, pero la movida callejera volvió a dejarse notar el pasado fin de semana en el centro de Jerez.

Durante la madrugada del domingo, en algunas zonas como la plaza Aladro o las calles entre Puerta de Sevilla y el Callejón de los Bolos se congregaron numerosos grupos de jóvenes que optaron por tomarse las primeras copas en el centro de Jerez, ya fuera en los bancos de la plaza o entre los coches aparcados.

La razón que les ha llevado a regresar al centro, del que se marcharon por los fuertes dispositivos policiales y las amenazas de multas (por beber u orinar en la calle) cuando se creó el botellódromo, es la cercanía de varias discotecas y locales de ocio. Algunos de los jóvenes que se congregaban el sábado en la plaza Aladro no dudaban en afirmar que habían decidido realizar allí el botellón porque «ya tenemos los coches aparcados y luego no hay que conducir para llegar hasta aquí».

Problemas en Chapín

Ese efecto llamada de las discotecas es también el motivo de que los alrededores de Chapín, sobre todo la zona de la avenida Lola Flores, sufran cada fin de semana los perniciosos efectos de la concentración de grupos que beben en la calle, arman ruido e incluso llevan a cabo actos vandálicos.

Así lo confirmaba ayer el presidente de la Asociación de Vecinos de la zona, Ángel Magro, que también apuntaba que desde que hace un par de semanas denunciaron ante el Ayuntamiento y las autoridades la última oleada de actos vandálicos en la zona de movida -junto al supermercado de la avenida de Lola Flores- «no se ha tomado ningún tipo de medida», y ni siquiera «se han acercado a aportar alguna solución in situ para limpiar o adecentar los locales afectados.

«El Ayuntamiento no actúa, y nosotros hace ya dos años que soportamos este infierno sin que se nos tome en serio y se pongan en marcha acciones que aporten alternativas de ocio a los jóvenes», enfatizaba Magro, que añadió que «el botellódromo tampoco es la mejor solución, sobre todo por todas las molestias que ocasiona a los vecinos que vivimos en las cercanías, y que acarreará a los de otras zonas si lo trasladan».

Y es que pese a que muchos jóvenes están optando por marcharse a beber y divertirse a otras zonas, lo cierto es que el botellódromo sigue siendo el principal punto de encuentro y, sin ir más lejos, el sábado estaba a reventar.

Como viene siendo habitual, y así lo constatan también los vecinos de Chapín, la mayoría de los presentes decidieron agruparse en la zona asfaltada de los aparcamientos, y no en la zona de tierra habilitada al efecto.

Además, pese a que hubo más presencia policial que en otras ocasiones, «había menores dentro del espacio del botellón y nadie se había molestado en pedirles los carné de identidad», se quejó Magro.