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ANÁLISIS

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JUAN QUINTANA
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P ara acrecentar la producción alimentaria en un 70 por ciento para 2005, objetivo indispensable para poder alimentar a toda la futura población del globo, la FAO afirma que hay que aumentar los rendimientos de los campos de cultivos sin incrementar la superficie cultivada. Se estima que de media el 80 por ciento del aumento de producción va a provenir de incrementos de producción y el resto de nuevas superficies. En zonas de alto desarrollo económico, como la UE, esta diferencia se acentúa casi hasta el 100 por cien.

En la UE debemos incrementar las productividades agrarias sin renunciar a un desarrollo sostenible del agro. Para ello la tecnología limpia es fundamental. Avances para hacer más eficiente y menos contaminante el uso de la maquinaria, para eliminar y reutilizar los purines, para conseguir reducir las emisiones de metano en los poligástricos, para el aprovechamiento más eficiente del agua, para el reciclado de residuos, etc. No hay que olvidar que se prevé un ascenso de la temperatura media de dos grados, lo que puede cambiar de forma muy significativa el paisaje agrario. Muchos cultivos dejarán de ser eficientes, las malas hierbas, plagas, hongos y enfermedades cambiaran, tanto desde un punto de vista de distribución espacial, como de adaptación. Entre la numerosa tecnología que se desarrolla, los fitosanitarios, también llamados medicinas para las plantas, son parte indispensable para mantener el equilibrio productivo.

La Comisión Europea acaba de aprobar la nueva normativa que entrará en vigor en 2010. El plazo de 18 meses que ha puesto sobre la mesa el Ministerio de Medioambiente, Medio Rural y Marino (MARM) para su transposición parece escaso. Los lentos procesos de aprobación y registro de moléculas y de productos comerciales hacen casi imposible poder ofertar una batería suficiente de productos al sector. Un agro enfermo no solo implica un problema socioeconómico para todas las economías agrícolas, sino un encarecimiento de materia prima alimentaria y su consecuente efecto sobre los precios al consumo.