Un chipionero, rehén de estado

Cada vez parece más claro que la detención e imputaciones del chipionero Antonio Porta en Honduras obedece a una estrategia del gobierno golpista de Micheletti para presionar a España en la búsqueda de una solución que beneficie la deposición del presidente electo Manuel Zelaya, tres meses atrás. Ante la inseguridad jurídica que vive dicho país en estas circunstancias se trataría, ni más ni menos, que de un rehén de estado. Como se sabe, Porta, natural de Chipiona y de 41 años de edad, había viajado a Honduras como turista para conocer a una persona con la que se comunicaba por Internet. Finalmente, terminó participando junto a ella y sus familiares en una manifestación a favor de la legitimidad democrática. Ahora, es el único extranjero que se juega una condena a prisión por supuestos de secesión y daños. Por lo demás y aunque el consulado está haciendo lo imposible para asistirle, su familia española ha denunciado las pésimas condiciones de la prisión en donde ha estado retenido. Para colmo, cualquier acción diplomática parece condicionada por el hecho de que España como el resto de los países democráticos sigue sin reconocer al presidente de hecho y el presidente de hecho no reconoce a los embajadores.