Accidente evitable

La infortunada muerte de un niño de 9 años, jugador de la categoría benjamín del club de fútbol Rómulo-Tronchoni del barrio de Can Rull de Sabadell al caerle encima un banquillo móvil con techo de uralita mientras entrenaban junto a muchachos de otras categorías suscita un sentimiento de indignación ante la periódica reiteración de tragedias perfectamente evitables. Será preciso ahora que las autoridades encargadas de la inspección de las instalaciones deportivas municipales y escolares certifiquen si las características del banquillo dotado de ruedas eran las apropiadas para un espacio al aire libre, donde se concentran docenas de pequeños con tendencia a convertir cualquier instalación a su alcance en un peligroso elemento de juego. Porterías y cestas mal ancladas o en mal estado de conservación se han convertido con frecuencia en trampas mortales.