fútbol| primera división

Valladolid y Athletic juegan a la ruleta rusa

Fernando Llorente se retiró conmocionado en un partido loco con alternativas y expulsiones

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El gol de Susaeta en el minuto 9 rompió un comienzo de partido marcado por los balones largos y la presión. Tras ese tanto, muy pronto el Athletic se quedó sin la fortaleza de un Fernando Llorente que se llevó la peor parte en un salto de cabeza con Nivaldo. Llorente podía alcanzar hoy la cifra de 50 goles si lograba un tanto, pero fue retirado en camilla y sustituido por Etxeberría

Dos ocasiones prácticamente idénticas de Sisi y de Sesma pudieron ser el primer gol del Valladolid ante un Athletic que notó, y mucho, la baja de su principal referencia ofensiva y más acusó todavía la expulsión de Ustaritz Aldekoa, siete minutos después, por una falta al brasileño Diego Costa siendo el último defensor.

Precisamente, tras esa falta del defensa vizcaíno, el uruguayo Canobbio estrelló el balón en el palo. Fue el inicio de un ataque en tromba de un Valladolid en superioridad, que botó hasta nueve saques de esquina en una fase en la que se lanzó "al abordaje", aunque sin fortuna de cara al gol pese al gran partido de Diego Costa.

Hasta la segunda parte, Mendilibar no se decidió a jugar con otro delantero a pesar de las especiales circunstancias del encuentro. La salida del ariete angoleño Manucho dio algo más de mordiente al ataque local, aunque a ello también contribuyó el lógico cansancio de "los leones".

El Valladolid golpea

Diego Costa, tras asistencia de Sisi, consiguió el empate a la hora de partido. Era lo más justo a tenor del juego desplegado por unos y otros, aunque la disciplina del Athletic Club fue encomiable mientras la condición física le aguantó.

Otro pase de Sisi estuvo a punto de propiciar un gol de Manucho con el Athletic ya muy cauteloso y guardando el empate bajo siete llaves. Fue entonces cuando el partido se revolucionó en apenas cinco minutos en los que tuvieron cabida un gol de Nivaldo Santana, la expulsión de Alberto Marcos, el empate de Iker Muniain y la expulsión del propio Nivaldo.

El Valladolid, otra vez en inferioridad, acabó jugando con sólo tres zagueros y pagando con el empate errores muy graves, tanto en defensa como en el instante supremo del gol. Ya son casi siete meses sin ganar en Zorrilla. Eso no puede ser producto del azar.