El modelo a seguir
Actualizado:Navegando, navegando por Internet, me topé con una página web que se hacía eco de una entrevista a Sergio Ramos. Se trataba de una de esas entrevistas en las que se pregunta de todo menos de fútbol, las llamadas «entrevistas en profundidad», una denominación un tanto errónea cuando se trata de futbolistas, ya que se podría calificar de muchas maneras menos de profunda. (El que se dé por aludido, él sabrá el motivo). La revista en cuestión es 'Shangay Style Otoño', un suplemento de moda con tendencia gay. En ella, confiesa una de sus mayores pasiones, los caballos; cuenta que tiene sus piernas aseguradas, aunque no dice por cuánto; reconoce tener nueve o diez, ¡ya ni se acuerda! tatuajes de cintura para arriba; y habla con pasión de sus debilidades: coches, relojes y, por supuesto, novias. Es más, llega a afirmar que las famosas dan morbo, pero que se decanta por las menos conocidas. Luego están las fotos que es para salir corriendo del flaco favor que el fotógrafo y el estilista, no sé quién se esmera más, le han hecho al defensa madridista. Y yo me pregunto, ¿de verdad ésto le puede interesar a alguien? Se deduce que sí cuando no es la primera vez que vemos reportajes de este tipo. Incluso en publicaciones de información general, hemos visto desfilar un sinfín de profesionales del balón en primera división: guapos, feos, altos, bajos, simpáticos, serios...y de la mayoría se desprende que estos muchachitos viven al margen de este mundo. Pocos son los interesados en política, pocos son los comprometidos, pocos los preparados y, los pocos, viven al margen de la prensa cuando realmente son los que pueden aportar cosas interesantes. No les culpo. Gracias a todos, lo tienen todo hecho. El problema es que son un ejemplo a seguir para muchos.