Un siglo de historia viva de Jerez
Catalina Galán recibió ayer un sentido homenaje por ser la ciudadana más longeva, con una vida ejemplar marcada por la superación personal
JEREZ Actualizado: Guardar«Estoy muy nerviosa, no puedo ni hablar», era lo que repetía una y otra vez la centenaria Catalina Galán, que recibió ayer un sentido homenaje municipal en el Cabildo antiguo por ser la jerezana más longeva del momento. Una mezcla de alegría y emoción contenida asomaba a los ojos de esta anciana ejemplar, que ha sabido adaptarse a los tiempos sin perder ni un solo momento la sonrisa, y siempre esforzándose por hacer feliz a los que la rodean.
Así la describió su hija en un sentido discurso que sin embargo no pudo leer porque las lágrimas estaban a flor de piel, por lo que pasó el testigo al vocal de los mayores de la federación de asociaciones de vecinos Solidaridad, Luis Valle. El improvisado orador hizo un repaso de la dilatada vida de Catalina, que nació en La Albarizuela en 1909 y como él mismo detalló supo «sobreponerse a las dificultades», tras perder a su madre con sólo nueve años y pasar parte de su infancia y juventud en un orfanato, hasta los 20. En 1943 conoció a Andrés, el amor de su vida, que la dejó viuda con 57 años y ello le obligó a sacar adelante a sus tres hijos, que le han dado ocho nietos y otros tantos bisnietos.
«Ella pasó por la guerra y la miseria -recordó Valle- y aun así siempre supo sacar alegría del desastre». Ante estas palabras, la protagonista reconoció sentirse «contenta y muy apoyada», tanto por su familia como por aquellos que a lo largo de estos años le han demostrado su cariño. «Yo no he hecho nada -decía con modestia-, pero la verdad es que todos me quieren mucho». En un homenaje tan especial, Catalina confesó que se había acordado durante todo el acto de su madre, a pesar de haberla perdido a una edad tan temprana.
Moderna y decidida
No obstante, esta ciudadana admirable lejos de volver constantemente al pasado apuesta por el presente y se vanagloria a sus cien años de utilizar las nuevas tecnologías, como el teléfono móvil, con el que se ha familiarizado para estar en permanente contacto con los suyos.
Además, su propia hija confesó orgullosa que su madre realiza ejercicio físico dos veces al día en una bicicleta estática que tienen en casa, al tiempo que reza el rosario. Una abuela todoterreno que aguantó estoicamente la hora y media que duró el acto homenaje, en el que recibió una placa y un ramo de flores de manos de la propia alcaldesa.
Pilar Sánchez, por su parte, también tuvo palabras afectuosas para la homenajeada, a la que calificó de «memoria histórica viva de Jerez», destacando su lucha por sobrevivir y por adaptarse al entorno en una época dificultosa y llena de cambios. Todo un ejemplo a seguir en cuanto a superación personal y, sobre todo, tesón y ganas de vivir.