«Nuestro proyecto era mucho mejor»
La delegación española pasó de la euforia al llanto y lamentó que, una vez más, normas no escritas como la rotación de continentes se impusieran a la calidad
Actualizado: GuardarDe la euforia que supuso para la delegación española superar las dos primeras rondas se pasó al llanto tras casi una hora de nerviosismo. La espera se hizo eterna para Madrid y el golpe fue aún más duro al caer en la final. Llegaron los lamentos por la ley no escrita sobre la obligada rotación de continentes y por el hecho de que Sudamérica nunca haya acogido unos Juegos. Políticos y deportistas, los más jóvenes con lágrimas en los ojos, coincidieron en destacar el esfuerzo realizado por la candidatura y repetían una y otra vez la palabra. También la Reina. "Ha sido una decepción para nosotros", reconoció doña Sofía, que no sólo dio la enhorabuena a Río, sino también "al excepcional trabajo de los españoles". "Es una gran decepción", apuntaba la consejera delegada de Madrid'16, Mercedes Coghen, para quien "los miembros del COI han considerado que los Juegos debían ir a Sudamérica". Su hija, Mónica, lloraba cerca de ella sin consuelo.
Rostros de rabia e impotencia, pero también de orgullo, se paseaban con la mirada perdida mientras eran reclamados por los periodistas, también muy tocados anímicamente. "El resultado ha sido digno", proclamaba el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. La pregunta era obligada: "¿Ha sido una decepción?". "Hay que saber estar. El deporte es así", respondió Zapatero después de felicitar personalmente a Lula da Silva. "Le tengo una gran admiración", afirmó el jefe del Ejecutivo. Mariano Rajoy se mostró más contundente. "El proyecto de Madrid era mucho mejor que el de Río, pero yo no voto", dijo el líder de la oposición.
Muy tocados
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, estaba muy tocado anímicamente, y después de haberse mostrado siempre "convencido" de que Madrid sería la vencedora -también antes de la elección de 2012-, por primera vez confesó públicamente que "era una carrera muy difícil". El alcalde agradeció también "el esfuerzo generoso de la oposición y de la sociedad civil detrás de una ilusión". "Hemos tenido todo lo que hemos pedido", destacó Gallardón. Coincidía con el presidente del Gobierno. "Más de lo que se ha hecho es imposible", había sentenciado la víspera Zapatero. "Se ha hecho todo lo que se ha podido", añadía el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky.
Entre los deportistas españoles, de lo que más se hablaba era de los méritos de Madrid por organizar los Juegos, aunque varios de ellos ya desde el principio no eran tan optimistas como se habían mostrado los dirigentes. "No pensábamos llegar tan lejos y nos ha dolido", apuntó el laureado Joan Llaneras, para quien, la rotación de continentes también había resultado clave en la votación. Otros debatían sobre si la capital debería volver a presentarse por tercera vez consecutiva para los Juegos de 2020, y ahí no había acuerdo, aunque todos querían proclamar que "Madrid será un día olímpica". A muchos kilómetros de distancia, Rafa Nadal, desde Pekín, donde disputará el próximo torneo, lo tenía claro: "Hay que seguir luchando. Madrid se lo merece. Seguro que en la próxima ganaremos y yo estaré allí para todo lo que me pidan".