Carlos Amigo lamenta que se haga de la laicidad «un circo»
Los obispos aplauden las iniciativas ciudadanas contra el aborto y analizan los efectos de la crisis económica
COLPISA. MADRID Actualizado: GuardarLa ampliación de la Ley del aborto y su consideración como un derecho de la mujer, la venta libre y sin receta de la píldora del día después o la Ley de Libertad Religiosa en preparación son parte de lo que algunos sectores católicos consideran una «ofensiva laicista» del Gobierno. Una iniciativa que los obispos se preparan a contrarrestar en un otoño en el que se tensará el largo pulso que Ejecutivo y Episcopado mantienen sobre estas cuestiones. Monseñor Carlos Amigo, cardenal y arzobispo de Sevilla, reconoce que esta ofensiva es asunto de «preocupación» en el episcopado y reclama una «laicidad inteligente». «Ojalá fuera seria e inteligente, porque no podemos convertir la laicidad en un especie de circo donde cada uno hace su numerito todos los días» afirmó monseñor Amigo a su llegada a la reunión de la comisión permanente de la Conferencia Episcopal Española (CEE). Una reunión que arrancó ayer y que analizará, entre otras cuestiones, los efectos de la crisis económica.
Los obispos y monseñor Amigo respaldan y aplauden las iniciativas ciudadanas en contra del aborto reiterando la postura de la Iglesia. «La vida ni es negociable ni puede ser objeto caprichoso de las personas que están al lado del que tiene que nacer», apuntó el cardenal de Sevilla. Reiteró el prelado la defensa «clara, mantenida y sin fisuras de la defensa de la vida, desde la concepción hasta la muerte, que queda fuera de cualquier tipo de manipulación y de negociación». Renovó Carlos Amigo el apoyo de los obispos a la gran manifestación contra el aborto que tendrá lugar en Madrid el 17 de octubre. «Hay una serie de grupos, cristianos y no cristianos que quieren manifestarse y decir en la calle lo que piensan», dijo Amigo.
Respeto a la vida
«Son muchas las acciones que hemos emprendido en defensa de la vida, pero sin duda la más eficaz es educar y formar a las personas en respeto a la vida desde el momento de la concepción».
En términos muy parecidos se pronunció el arzobispo castrense, Juan del Río, para quien considerar el aborto como un derecho primordial de la mujer no hace que, desde una perspectiva católica, deje ser un atentado contra la vida. «Una cosa es que se llamen derecho y otra que verdaderamente lo sea», planteó el prelado.
En esta reunión de los obispos se presentarán los trabajos preliminares de una ponencia sobre la crisis económica. Un asunto que se debatirá a fondo en la próxima asamblea plenaria de noviembre, en la que podría aprobarse un documento sobre la cuestión.