¿Te cuento yo lo de la crisis?

José Luis, no sé si has visto cómo van las niñas, no sé si deberíamos llevarlas a un psicólogo o algo?». Pero claro, cuando José Luis llega a casa las niñas siempre están ya en pijama, con su Hello Kitty y su Snoopy correspondiente. «No me calientes la cabeza con lo de las niñas, Sonsoles. ¿Te cuento yo lo de la crisis?, ¿te digo la que está liando la madre de Leire?, ¿te explico la que me da cada dos por tres Ibarra?» En casa de Zapatero, todos descalzos.Y claro, la discusión termina ahí. Pero los problemas, al menos algunos, no se resuelven ignorándolos. Luego llega el viaje a EE UU y se nos plantan las nenas vestidas como si fuera el día del Juicio Final. Eso sí, supongo que a Obama le habría dado más yuyu si hubieran ido con túnicas blancas (y si ya se hubieran colocado un capirote, ni hablamos).

En cualquier caso, no me han disgustado las hijas de ZP (como pijas en recesión las calificó un lector de LA VOZ en nuestra web). Con su edad uno hace muchas tonterías y, supongo, más si se es el hijo del presidente. Yo, cuando mi padre fue elegido presidente de la comunidad, me puse una cresta de colores, pero eso ya es asunto de otro artículo. Puestos a escoger, prefiero el look de estas siniestras hijas a los almibarados descendientes, con su jersey sobre los hombros, del resto de los mandamases de este país.

Y en las últimas líneas voy a aprovechar para señalar una coincidencia en al que muchos lectores no repararían hace unos días. LA VOZ cumplía cinco años y, ese día, salía a la calle el número 1.812 del periódico. El destino hace esos guiños de vez en cuando. Sigamos buscando claves en cada mirada y en cada café.