Camps, la auténtica piedra en el zapato de RajoyUna referencia de 'buenas prácticas' para los populares
El líder de la oposición no prevé mayores consecuencias políticas por las causas en Madrid y el Tribunal Supremo
COLPISA. MADRID VALENCIAActualizado:El dolor de cabeza de Mariano Rajoy se llama Francisco Camps. Las consecuencias políticas del 'caso Gürtel' para el PP están relativamente bajo control, tanto en Madrid como en lo que se refiere a la causa que instruye el Tribunal Supremo, pero el melón que se ha abierto en la Comunidad Valenciana con la supuesta financiación ilegal del partido amenaza con alterar gravemente la estabilidad del partido nacional. Todas las estrategias políticas defensivas desplegadas hasta ahora no han dado resultado y con la exoneración del sastre de Forever Young, al que el PP trató de endosar el caso de los trajes, han sufrido un serio varapalo.
La cúpula del partido opositor da casi por amortizadas las repercusiones políticas que pueda tener la investigación que se sigue contra el entramado corrupto de Francisco Correa en manos del TSJM. Aunque la actuación de la justicia es inexorable, la digestión de todo el proceso llevará su tiempo y se prolongará durante varios años. Sin embargo, los dirigentes populares se consideran a salvo de la primera sensación de hecatombe que les cayó encima cuando empezaron a acusar, imputar y detener a cargos del partido en distintos municipios madrileños.
Nadie niega en el partido que Esperanza Aguirre estuvo muy acertada cuando actuó con celeridad, empezó a pedir cabezas y apartó de su lado a quienes iban cayendo en las redes judiciales, con la excepción de los escaños de los diputados autonómicos, detalle que permite la tramitación de la causa en el TSJM. No obstante, hasta los más optimistas asumen que todavía queda mucho camino por recorrer y «puede haber cosas más graves en el sumario que no sabemos».
Caso similar es el que tramita el Supremo por la imputación del hasta hace unos días tesorero, Luis Bárcenas, y que alcanza también al diputado por Segovia, Jesús Merino. La dimisión del primero y la escasa relevancia del segundo amortiguaron el terremoto inicial, cuando el responsable de las cuentas del PP apareció relacionado con asuntos de blanqueo de capitales y sus relaciones con Correa. «El tesorero era un problema cuando no dimitía, pero ahora que se ha ido ya no es nadie», sostiene un destacado parlamentario.
Mientras Rajoy se toma con relativa tranquilidad las previsibles repercusiones del 'caso Gürtel' en Madrid y el Supremo, la situación en la Comunidad Valenciana se agrava por momentos. El escándalo apunta directamente al presidente de la Generalitat y Rajoy ha decidido dejar en sus manos la solución de tan espinoso asunto. Cada vez le resulta más difícil atajar la marea y en la dirección se teme que las dimisiones de Costa y Rambla ya no sea suficientes.
Francisco Camps dijo que el PP de la Comunidad Valenciana, sacudido por una supuesta financiación ilegal, es «una referencia de buenas prácticas» para «el PP de España». El presidente de la Generalitat hizo esta afirmación durante el debate de política general en las Cortes Valencianas, que, pese a sus esfuerzos por desligarlo del caso Gürtel, giró en buena medida en torno a la trama.
Ajeno, en apariencia, a la zozobra que se vive en la dirección nacional de su partido, Camps aseguró que Rajoy «confía» en los populares valencianos. El secretario general del PP, Ricardo Costa, aseguró que ha dado cumplida respuesta a las medidas «contundentes» pedidas el lunes desde Génova. Se ha aceptado una comisión de investigación, aunque con condiciones; se ha solicitado una auditoría externa de las finanzas, remitidas al Tribunal de Cuentas y se ha presentado una denuncia contra los autores del informe policial.