Falcao tumba al Atlético

Otro fiasco del Atlético. El castigo quizás fue inmerecido para los méritos del Oporto, pero con un equipo que ha entrado en una dinámica perdedora y en estado tan depresivo como el rojiblanco, no es ninguna sorpresa la derrota. Una derrota muy grave, porque tras el empate en el Calderón frente al Apoel Nicosia y el 2-0 en Do Dragao, los rojiblancos ya han puesto en peligro su continuidad en la 'Champions'.

Ya se encendieron las alarmas con la lesión muscular de Roberto en el minuto 25, pero el juvenil De Gea, de 18 años, no tuvo trabajo en el primer tiempo, y cuando debió responder lo hizo a lo grande en la segunda parte. Sin embargo, no pudo evitar los dos goles y fue uno de los pocos de su equipo que se salvó. Con una defensa tan endeble, que no pasase apuros durante los 20 últimos minutos el joven portero lo evitaron dos fueras de juego. Uno de ellos acabó en gol anulado y otro en el palo, cuando el Atlético arriesgó demasiado con su defensa adelantada.

En la defensa que probó Abel, con Perea de lateral zurdo, intentó frenar a Hulk por esa banda, aunque el colombiano siempre le dejo recibir. Además, el Atlético sigue tieso en el medio campo.

Con la experiencia de la pasada temporada que supuso su adiós de la 'Champions', le intentó poner más físico y orden en el medio, pero cada uno hizo la guerra por su cuenta en ataque. Forlán estuvo desasistido arriba, y sólo asustó algo el 'Atleti' cuando entró más en juego Jurado, aunque tampoco estuvo nada fino.

Los portugueses, más fuertes

No se arrugaron los rojiblancos en Oporto durante ese primer tiempo de alternativas en el que consiguieron equilibrar el dominio de los portugueses, que tampoco tenían muy claro si irse arriba, siempre buscando la banda derecha, o asegurar el empate. Por ello, con el 'increíble' Hulk perseguido por Perea, el Atlético no pasó muchos problemas atrás durante el primer tiempo. Porque el Oporto, ya sin Lucho González y Lissandro, y con el 'Cebolla' Rodríguez lesionado, también anda muy justo de fútbol. Sin embargo, aprovecharon dos de las escasas ocasiones que se les presentaron, cuando el Atlético, ya muy justo de físico, había decidido jugar ya a la contra de ahí al final.

Sólo en los primeros minutos de un segundo tiempo los rojiblancos intentaron imponer autoridad y tocar. Incluso les fue escamoteado un penalti a Agüero, cuando el Atlético estaba lanzado. Hasta Ujfalusi puso a prueba a Helton, que salvó al Oporto con una gran parada. Pero no tuvo continuidad el Atlético, y cedió el balón a su rival. Se conformó con el empate y apostó por jugar a la contra, pero le salió muy mal la jugada. Hasta ese momento los portugueses habían actuado y manejado muy lejos del área, pero se animaron, y tras un par de rechaces de De Gea, Falcao abrió el marcador y dejó al Atlético herido de muerte. A balón parado, y pese a los intentos del guardameta, la defensa dejó solo a Rolando.

Otro fiasco rojiblanco frente a un rival al que se debía incluso haber ganado en Oporto.