Obras en Jerez
Actualizado: GuardarAbordo un tema sobre el que ya he tenido la oportunidad de posicionarme, expresando mis quejas por los gastos innecesarios que las Administraciones cometen y que, en el caso particular de nuestro Ayuntamiento, se centran actualmente en el carril bici. El presupuesto que se destina al mismo se me antoja a todas luces inútil, aun siendo consciente de que ello levantará ampollas entre los colectivos amantes de las dos ruedas. Más lo queramos o no, en una sociedad perfecta, con pleno empleo y carente de clases desfavorecidas, los carriles para bicicletas son bienvenidos. En nuestro municipio y en el momento actual, ese gasto me parece un dispendio para el que las arcas no están preparadas, máxime existiendo miles de necesidades por cubrir mucho más perentorias.
Sin embargo la cosa no queda ahí, pues la nomina de obras que nuestro municipio está realizando o va a realizar, ya sean financiadas por el Plan Estatal o por el plan Proteja -al fin y al cabo siempre salen de nuestros impuestos-, incluye todo un amplio catalogo. Desde aquellas obras importantes y necesarias, de entre las que destaco la reforma del Centro de Acogida San José, la demolición de dos bloques inmundos en la barriada San Juan de Dios o la construcción de una guardería infantil en La Barca; pasando por otra serie de obras útiles, entre las que me quedo con la necesaria urbanización de la Ronda de Muleros, el arreglo de otras muchas calles, tanto del casco urbano como de las pedanías, sin olvidar las reformas de los alumbrados en la Barriada La Plata y en la Barriada de la Asunción, así como diversas actuaciones tendentes a eliminar barreras arquitectónicas, reponer suelos dañados, arreglar parques desérticos y un largo etcétera.
Existe un tercer segmento de obras que simplemente podían haber esperado mejores tiempos, y aunque ello ataque a la sensibilidad de diversos colectivos, cuya comprensión reivindico, nada urgente existe en construir los vestuarios en el campo de fútbol de la Corta, o levantar los más variados centros de barrios: San José Obrero, Vallesequillo, Los Albarizones o El Agrimensor. Comprenderán que en modo alguno niego la utilidad de los mismos, pero salvo que alguien demuestre lo contrario, nada urgente obliga a su construcción en las actuales circunstancias. Pero como siempre ocurre, lo peor aún está por llegar, pues cerrando ese listado en que he dividido las obras: necesarias, útiles y las que pueden esperar, se hallan otras dos que simplemente resultan superfluas. Ya en su momento dediqué esta columna a una de ellas, la del carril bici. Ahora, a instancias de un amable lector que me remite la información, me fijo sobre otra que no tiene desperdicio, consistente en la adaptación de una nave de bodega en calle Circo para albergar el Museo Belenista.
Aunque entrar en ese tema igualmente pueda herir la sensibilidad del colectivo belenista jerezano, mucho han de convencerme para que entienda la necesidad de destinar 879.454,21 euros (algo mas de ciento cincuenta millones de pesetas) a dicho proyecto. La cosa simplemente no está como para que la mal nutrida economía jerezana invierta tal cifra en un proyecto de dudosa rentabilidad, existiendo mil y una necesidades, así como mil y un proyectos de mayor urgencia que el señalado.
Si tienen la osadía de acudir a la página Web oficial del Ayuntamiento de Jerez y entran a la derecha, bajo el epígrafe Gestión Municipal hallarán la zona denominada Perfil del Contratante, que es desde la que proviene toda la información utilizada en esta columna. El problema es que si analizan una a una las partidas y los conceptos en que se van a invertir nuestros impuestos, cada vez entenderán menos que además tengan la caradura de anunciar que el próximo año los van a subir..