Los azulinos ya suman 450 minutos sin conseguir marcar
El cuadro jerezano sigue sin anotar y sólo remató a puerta en tres ocasiones
BARCELONAActualizado:La auténtica asignatura pendiente de este Xerez en su estreno en Primera División es la falta de goles. Ziganda ya anunciaba en la previa del partido que invitaba a sus jugadores a que se atrevieran a marcar, a subir y disparar. Y es que el conjunto azulino suma ya la friolera cantidad de 450 minutos sin ver puerta. Desde el gol de Antoñito al Celta de Vigo, el Xerez no levanta los brazos tras conseguir un gol, una mala racha que, desgraciadamente, no acabó ayer.
El no haber logrado inaugurar el marcador a su favor en los cuatro partidos anteriores ya pesaba en la moral de un equipo incapaz de creerse la Cenicienta de Primera y loco por hacerse respetar en una categoría complicada y dura como pocas en el mundo.
Con el cambio de sistema Ziganda buscaba romper el mal fario. Armenteros daba mayor profundidad al jugar junto a Maldonado y las bandas actuaban con más libertad de movimientos, pero la realidad es que al Xerez le hacía falta algo más para estrenarse de verdad en Primera.
El Cuco volvió a dejar claro que no ve solución ni con Maldonado ni con Bermejo. Volvió a usar a los dos delanteros convocados para tener mordiente arriba, algo complicado si el equipo ni tiene, ni quiere el balón cuando se siente presionado por el rival.
Sin pegada
Y es que el Xerez apenas intimidó ayer a Kameni. Los azulinos rozaron el gol cuando Mario Bermejo mandó con la testa un balón al larguero. Corría ya el minuto 71 y en ese punto se cortó el poderío ofensivo xerecista. Antes, el equipo que dirige José Ángel Ziganda estuvo romo en ataque. Al comenzar el encuentro Armenteros intentó sorprender desde lejos, aunque había que esperar hasta el minuto 20 para apuntar el primer remate con peligro del Xerez. Fue Aythami a balón parado, de cabeza y rematando fuera del arco defendido por Kameni.
En definitiva, cinco partidos sin ver puerta, con pocas ocasiones de gol y poca puntería. 450 largos minutos que empiezan a convertirse en una losa para un equipo que aspira a mantener la categoría, pero que está pagando la novatada de Primera.