El Portuense fue inferior al Mairena y no estuvo acertado en ataque. / ANTONIO VÁZQUEZ
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La mala fortuna se ceba con un cuadro portuense sin argumentos ofensivos

Al Mairena le bastó con nadar y guardar la ropa tras el gol de Fran Melli en su puerta

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Al Mairena le bastó hacer un partido de contención con marcajes disciplinados a los locales para ganar con merecimiento en El Puerto. Los jugadores portuenses no pudieron en ningún momento hacer juego alguno que pudiera sobrepasar al equipo sevillano. Sin demostrar técnicamente nada del otro mundo, tácticamente dio todo un ejemplo de cómo debe llevarse un encuentro en esta categoría.

El partido en sí fue feo para el espectador, con pocas alternativas en el juego y menos oportunidades de gol. La primera mitad se convirtió en una pelea que cualquiera hubiera dado por nula. El Portuense sólo inquietó tímidamente a José Miguel, en un par de ocasiones, siempre en lanzamientos desde lejos.

En cambio, el segundo tiempo sería para el Mairena, que controló el juego a sus anchas, asfixiando a un Portuense que no llegó a encontrar el hombre que supiera llevar la manija del partido. Los locales volvieron a errar en el juego defensivo y ya es la segunda vez que encajan un gol en su propia meta. Corría el minuto 52 cuando, en un balón a la media luna del área grande, Pana acosó a la retaguardia del Portuense, tocando Fran Melli con la cabeza en la salida de Dani.

Con el gol a favor, aún mejor lo haría el Mairena, que minutos después ante el nerviosismo local volvió a tener dos claras ocasiones de gol, que por suerte para los de casa no fructificaron. La más clara la tuvo en sus botas Víctor González, cuyo disparo besó la cepa del poste derecho de la portería defendida por Dani. El Mairena sabía lo que estaba haciendo y difícilmente podía encajar un gol ante el juego que venía desarrollando el equipo de Javier Manzano.

Balón parado

Ni siquiera una falta al borde del área que sacó Lolo Prado, única alternativa que le quedaba al Portuense, llegó a dar sus frutos. Manzano intentó dar mayor mordiente al ataque dando entrada a un segundo delantero como Villalustre por Silva, pero una vez más se vino a demostrar que no por tener más delanteros sobre el terreno de juego se llega más.

Justo el marcador, como así lo reconoció el técnico local en rueda de prensa.