Obama convierte a Chicago 2016 en una prioridad política
El Comité Olímpico Internacional votará su decisión el viernes 2 de octubre
WASHINGTON Actualizado: GuardarLa presencia del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en la votación final del COI para los Juegos de 2016 ha devuelto el olimpismo a la primera línea del país, al otorgar a la candidatura de Chicago un aire de prioridad política.
La Casa Blanca ha revelado el plan de viaje de Obama a Copenhague en un movimiento inesperado que la prensa estadounidense no ha tardado en calificar de histórico, ya que ningún presidente del país había desempeñado un papel tan directo en las gestiones del Comité Olímpico Internacional (COI). "El presidente Obama y la primera dama, Michelle Obama, darán discursos ante el COI en la sesión del viernes", señala el comunicado de la mansión presidencial. "Ambos expondrán por qué Chicago es la mejor opción para acoger los Juegos de verano de 2016, y la disposición de Estados Unidos para unir al mundo en una celebración de los ideales del movimiento olímpico", añade.
El cambio de planes de Obama, que ya había designado a su esposa Michelle como representante institucional de la ciudad que le vio crecer como político, convierte la apuesta olímpica en una prioridad manifiesta para el presidente, en un momento clave para la batalla por el avance en el Congreso de su proyecto de reforma de salud.
Aunque Obama quiso justificar su ausencia en la capital danesa con la importancia de ese proyecto legislativo, el descontento de la ciudad que le vio forjar su carrera como senador se ha traducido desde entonces en una presión creciente de quienes ven en él una baza clave para que el COI se decante por Chicago.
Presiones
Mientras algunos analistas apuntan a esas presiones como la razón más probable del giro en la agenda de Obama, otros ya anticipaban un cambio de opinión tras la reunión que el ex primer ministro británico, Tony Blair, mantuvo la pasada semana con Valerie Jarrett, asesora del presidente y miembro de la comitiva de Chicago 2016. Según los medios, que citan fuentes de la Casa Blanca, Jarrett escuchó los consejos sobre el proceso de votación de Blair, que en 2005 protagonizó una agresiva campaña para que Londres obtuviera la sede de los Juegos Olímpicos de 2012.
Chicago, que compite por obtener la sede olímpica contra Tokio, Río de Janeiro y Madrid, ha confiado en la influencia del carismático líder en la decisión final desde antes de su llegada a la Casa Blanca. De hecho, la comitiva olímpica estadounidense no oculta su esperanza de que la potente imagen de los Obama haga palidecer ante el tribunal a los representantes del resto de candidatas: el rey Juan Carlos de España, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y el primer ministro japonés, Yukio Hatayama. "No hay mayor expresión del apoyo al más alto nivel del que disfruta Chicago que tener al presidente Obama en Copenhague en el momento cumbre de nuestra candidatura", ha dicho el presidente de la misma, Patrick Ryan.
Menos impulso del esperado
La candidatura estadounidense no obtuvo el impulso que esperaba en el informe de evaluación que el COI difundió el 2 de septiembre, en el que Tokio logró la mejor puntuación y Chicago recibió reproches por no haber garantizado cómo cubriría un posible déficit económico.
Aun así, el apoyo institucional sin precedentes que supone el viaje relámpago de Obama a Copenhague ha reforzado el optimismo que ha caracterizado a la comitiva de Chicago desde el principio, y con el que ha luchado contra factores como que Estados Unidos ya acogiera unos juegos en una fecha tan reciente como 1996 (Atlanta).
Y mientras el resto de candidatos depositan sus últimos ases sobre la mesa, la candidatura estadounidense sigue reservando para Copenhague la misma carta por la que apostó en enero: el "efecto Obama".