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La población carcelaria se nutre de delincuentes del extranjero

Son la mitad de los ingresados en los últimos tres años Los condenados a prisión se han triplicado en una década

L. RODRÍGUEZ
EL PUERTOActualizado:

Entre 2000 y 2009, los condenados a pena de cárcel en España se triplicaron. Y en los últimos tres años, el 50% de las personas que ingresaron en prisión eran extranjeros. Precisamente la inmigración ha sido y es el principal motivo del aumento de la población carcelaria. De hecho, en el periodo de tiempo antes señalado -años de la eclosión de la inmigración-, Andalucía vivió un aumento del número de presos del 74,32%. Según el último publicado por la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, Andalucía, con 17.711 reclusos, es con diferencia la comunidad autónoma que presenta una mayor cantidad de población carcelaria. Le siguen la Comunidad de Madrid y Cataluña, con más de 10.000 cada una. Las fuentes del funcionariado de prisiones consultadas por este periódico relacionan el aumento de la delincuencia con la llegada de delincuentes del extranjero. «Hemos pasado de presos españoles, cuyo número está decreciendo, al predominio de presos que proceden de otros países». En este sentido, indican que en los centros penitenciarios de la provincia no es raro encontrar un amplio abanico de procedencias, entre las que predominan la sudamericana, países musulmanes, la china y las pertenecientes a los países de la Europa del Este.

Los más problemáticos

En este sentido, aseguran que tanto el nivel de presidiarios musulmanes como el de sudamericanos se está manteniendo, frente al aumento de personas procedentes del Este, que suelen ser internos «problemáticos». El motivo es, según las fuentes, que no son «delincuentes callejeros» y que al tener «más preparación», suelen cometer delitos de «mayor entidad». La cárcel Puerto III es un ejemplo de esta circunstancia. Muchos son los inmigrantes que cumplen condena en este centro, bien por haber sido detenidos en la provincia de Cádiz o en otros puntos de España. Al no tener arraigo familiar, no pueden solicitar el traslado hasta que la condena no sea firme.