La fuerza del Bicentenario
Las tropas desfilaron por la ciudad a pesar del aguacero que caía El concierto de Lolita y los fuegos artificiales fueron suspendidos por seguridad
SAN FERNANDOActualizado:El olor a pólvora se respira a lo largo y ancho de la villa de la Real Isla de León. El ejército de Extremadura, al mando del Duque de Alburquerque se repliega en la ciudad. Acaba de ser derrotado en la batalla de Ocaña por las tropas francesas. La palabra rendición no forma parte del vocabulario de los que se resisten a ser derrotados por los franceses. Ocurrió hace 199 años. Con ese mismo espíritu y en el mismo lugar, los voluntarios de las recreaciones isleñas lucharon ayer contra viento y marea para cumplir con el plan previsto.
La cita era a las 12.30 horas, en la Plaza Sánchez de la Campa, más conocida como plazoleta de las Vacas. Un autobús llegaba de Extremadura con más de cien personajes de época. Bajo los paraguas la Asociación Napoleónica se negaba a ser vencida por la lluvia y una vez reunidos, no hubo duda. se haría el camino programado.
Desde este punto de la ciudad arrancó el desfile pasando por Augusto Miranda, Escaño, Colón, Reyes Católicos y Arenal hasta el Parque de El Barrero. No hubo público porque el mal tiempo les impedía salir a la calle. Los curiosos veían aquella comitiva calada hasta los huesos asomados a puertas y balcones. Y hasta se podría decir que se les escapaba alguna que otra sonrisilla.
Ataviados con trajes típicos de época, la mujeres, los uniformados con las señas de los diferentes ejércitos replegados en la ciudad, y también los heridos desfilaron. No faltó un detalle y el acto salió adelante con orgullo.
Sin pirotecnia
La insistencia de los voluntarios no cesó por la tarde y por fin el cielo se abrió para permitir ofrecer al público, más escaso que el año pasado, las recreaciones de la Batalla de la Barrosa y el Combate del Portazgo. En la víspera de los actos programados para 2010, sólo las inclemencias del tiempo consiguieron aguar la fiesta, aunque no las ganas de las tropas ni tampoco las del público fiel , que cogió el paraguas y salió a la calle. Los fuegos artificiales y el concierto de Lolita sin embargo tuvieron que ser suspendidos. Así, el Ayuntamiento en un comunicado señaló: «Tras consultar fuentes de solvencia, se ha tomado la decisión de suspender dichas actividades, ya que según las previsiones, la probabilidad de que se produzcan precipitaciones se encuentra en torno al 70%». Unos espectáculos que, añadieron, «podrían poner en riesgo la seguridad de los participantes y del público».