Se montó el lío
Actualizado: GuardarPulsos por todos los lados rodean el desconcertante inicio de temporada de un Cádiz que, a las primeras de cambio, se ha visto inmerso en los puestos de descenso cuando la facción más ilusa del cadismo dormía todas las noches de agosto soñando con el ascenso para reemplazar a un Xerez que va camino de superar todos los récords negativos habidos y por haber en su debú en la máxima categoría. Pero, volviendo al Cádiz, resulta de lo más chocante el sibilino tira y afloja entre el entrenador, el secretario técnico y la presidencia. A Javier Gracia le cuesta mantener el tipo cuando le preguntan sobre su grado de satisfacción con la plantilla que maneja. Julio Peguero no tiene la menor duda sobre su valía y le da una puntuación que chirría notablemente en comparación con su puesto en la tabla.
Por último, Muñoz esgrime cifras para demostrar por activa y por pasiva que este plantel le ha costado una pasta gansa y que sale vencedor de una presunta comparación con el que manejó Jose González la anterior vez que se abandonó el pozo. Añádanle a todo este culebrón esas firmas de prestigio que siguen perdiendo el tiempo delante de un ordenador en vez de enfundarse un chandal y dirigir un entrenamiento en El Rosal para que el lío esté nuevamente montado. Quizás no nos hayamos quitado de encima ese papel estelar que jugamos la pasada temporada cuando los amarillos se paseaban por los patatales de Segunda B. Quizás el club se empeñe en complicarse la vida fichando a estrellas venidas a menos que otros no quieren ver ni en pintura. Quizás Muñoz sepa quién ganará el pulso entre Gracia y Peguero y prefiera esperar acontecimientos. Quizás los sueños de agosto se hayan convertido (demasiado pronto) en pesadillas de otoño. Quizás alguno todavía no se haya enterado de que estamos en Segunda A aunque Kiko Femenía siga jugando en el Hércules.