El ministro de Educación reivindica la cultura del trabajo. / J. R. LADRA
ESPAÑA

«La escuela no es una jungla»

COLPISA. MADRID Actualizado: Guardar
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Ángel Gabilondo está empeñado en lograr el gran acuerdo en Educación, pero también quiere recuperar el prestigio de los docentes. En plena crisis, su prioridad son las becas. El abandono escolar, su gran preocupación.

-La escuela parece una jungla. ¿Es para tanto?

-No hay que restar importancia a los hechos. Un solo caso de violencia es una barbaridad, pero la escuela no es una jungla. Hay que poner las cosas es su sitio y abrir un debate sobre el modelo de sociedad, los valores, la educación, y la autoridad.

-¿Es necesaria la Ley Aguirre para proteger al profesor?

-Cada comunidad puede establecer el marco que estime oportuno. Si abordamos a fondo la autoridad y la protección del profesor ha de ser dentro del Pacto por la Educación. Hay que distinguir qué entendemos por autoridad pública y su alcance administrativo y penal. Es un debate social y jurídico sobre lo que pasa en las aulas y en las familias. No es un asunto sólo escolar.

-Poner tarimas en las aulas, tratar al profesor de usted y saludar en pie ¿soluciona algo?

-Hemos de ir a formas más participativas. No caeré en la trampa de decir que la carpintería no es la solución, pero tampoco lo ridiculizo. He dado clase 30 años y sé que lo que te eleva sobre los alumnos es el conocimiento y el respeto.

-Zapatero prometió una escuela 2.0 con ordenadores gratis. Ni han llegado ni sabemos si los padres pagarán parte.

-Dijo que llegarían a lo largo de 2010, cofinanciados por las comunidades, y así será. Mi intención es cumplir la promesa y que en abril los tengan todos. Sólo Cataluña ha planteado el copago con las familias, fórmula de la que no soy partidario. Mi apuesta es la gratuidad y pido a las autonomías que hagan el mismo esfuerzo que nosotros: cien millones. Pero no me veo como un ministro con carruaje repartiendo unos ordenadores que no son la panacea.

-El último Informe del OCDE arroja algunas luces sobre las sombras de nuestra educación.

-No es para euforia ni para tragedia. Entre 2001 y 2009 hemos duplicado el gasto en educación en relación con el PIB, hasta llegar al 4,95%, a medio punto de la media de la UE. Avanzamos en socialización de la educación y tenemos nueve millones de personas escolarizadas. Lograda la igualdad, el reto es la calidad. En escolarización de tres a cinco años somos una referencia en Europa, lo contrario de lo que ocurre con la FP de grado medio.

-En abandono escolar, con 31%, seguimos a la cabeza de Europa.

-No podemos permitirnos esas cifras. Tenemos un sistema poco flexible que deja clavado al que se equivoca. Hay que conectar la formación profesional con la universitaria. Sabemos que a mayor formación más posibilidad de trabajar y de encontrar otro empleo. Entre los licenciados, el paro es casi la mitad del promedio, el 11%. No es verdad que dé lo mismo tener estudios o no para tener trabajo.

-Nada se hará sin dinero. En plena crisis, ¿qué pide?

-Invertir en educación, ciencia, innovación e investigación es invertir en país. Y entre las prioridades están las becas. No se deben recortar. Defiendo aumentar su cuantía y modalidades como la gran prioridad pues estamos muy lejos de lo que queremos, en el 0,08% del PIB, cuando en Europa se llega al 0,25%. Tenemos ahora 1.570 millones de euros para 1,7 millones de alumnos, batallaré por 30 ó 40 millones más

-Educación para la Ciudadanía vuelve al debate con dos sentencias que amparan la objeción.

-Hay una sentencia del Supremo, que es la que prevalece, y establece que es una signatura más. La Abogacía del Estado recurrirá las sentencias del Tribunal Superior de Castilla y León que permiten la objeción de conciencia, y a su decisión me remito.

-La futura ley de Libertad religiosa y una posible retirada de crucifijos de las aulas ¿será tema de fricción?

-Esperemos a la Ley, que igual en vez de quitar cosas manda poner otras. Tengo poca tendencia a hacer guerras de religión.

-¿Se ha perdido la cultura del esfuerzo en la educación?

-Se ha impuesto una visión frívola de la vida. No creo en lemas como aprenda alemán sin esfuerzo. Hay que luchar por las cosas, enseñar que el esfuerzo tiene premio. Que si se gana el oro en el baloncesto es porque se ha competido duro y en equipo. El éxito no se regala. Son valores en plena vigencia y no un discurso pasado de moda.