Los museos gastronómicos están al alza

Los museos temáticos relacionados con aspectos de la gastronomía y de los vinos están creciendo como la espuma en la provincia de Cádiz, tratando de buscarse así el aprovechamiento turístico de actividades tradicionales.

Así a las bodegas, que fueron las pioneras en mostrar su riqueza se van uniendo nuevas iniciativas. En la pedanía jerezana de Cuartillos lleva ya instalado varios años el Museo de la Miel y las Abejas que atrae cada año a una gran cantidad de visitantes. En la Sierra de Cádiz funciona también, en El Bosque, un pequeño molino de agua en el que se muestra el proceso con el que se hacía el pan e incluso se realizan talleres de cómo hacerlo. En Grazalema, la quesería de los payoyos de Villaluenga tiene montado también un pequeño taller museo sobre el queso y en Villaluenga también funciona una pequeña instalación basada en esta cuestión.

En Cádiz también existe un pequeño museo, el de los vinos y los toros, en el que se muestra una interesante colección de miniaturas de botellas, la mayoría de ellas de jereces y en El Puerto de Santa María, aunque no es visitable, existe un verdadero museo en potencia que es la Destilería Pico, donde se elabora el famoso cacao. En Chipiona también se última un museo sobre el vino que construye la Cooperativa Católico Agrícola. Ahora a toda esta oferta se uniría este proyecto de Chiclana.