Píldora sin trabas

La comercialización a partir del lunes de la píldora del día después, en las farmacias y sin recetas, ha sido presentada por el Gobierno como una iniciativa adecuada para tratar de frenar el incremento en el número de embarazos no deseados, especialmente entre las adolescentes. Que la cifra de abortos se haya duplicado en la última década en nuestro país, justifica que las distintas administraciones, pero también el entramado familiar y socio-educativo, se inquieten ante las consecuencias de la práctica de sexo inseguro e intenten paliarlas. Pero el efecto que se persigue con el acceso sin trabas a la píldora postcoital puede quedar en entredicho si no se incide con la suficiente insistencia en que ésta sólo es una solución para casos excepcionales; y no en una suerte de sustitutivo de los métodos anticonceptivos que evitan tanto los embarazos no buscados, como la transmisión de enfermedades de contagio sexual.