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Advertencias médicas

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Está comprobado que llevar una vida higiénica, hacer ejercicio, abstenerse de consumir bebidas alcohólicas y de fumar, ayuda muchísimo a conservar la salud, pero a condición de que se tenga. En caso contrario esas admirables costumbres no sirven de nada. El enorme progreso de la medicina se ha debido siempre a los enfermos.

Es incontenible. Ahora se habla de una nueva vacuna, además de seguir hablando de la vacuna de la gripe A. Parece que puede ser viable un fármaco contra el sida, tan largamente buscado. Erradicar el VIH, que se ha llevado a tanta gente por delante y por detrás, supondría un gigantesco avance. En cambio, los médicos advierten que puede haber un gran peligro en que se recete por teléfono la vacuna contra la gripe A, ya que puede haber diagnósticos erróneos.

El sida, que fue calificado de epidemia moral por algunos padres y demás parientes de la Iglesia, puede estar en el camino recto para solucionarse. No ocurre lo mismo con la modesta gripe, que seguirá siendo una plaga. Aunque los beneméritos investigadores hayan descubierto más remedios que enfermedades, no acaban de hallar la manera de impedir los modestos y molestos resfriados. Lo único que se puede hacer contra ellos es meterse en la cama y sudar. Si se sigue ese tratamiento duran una semana y si no se les hace el menor caso se prolongan durante siete días.

Se deduce que hay que aumentar el presupuesto para la investigación. En España somos bastante rácanos. O quizá sea que gastamos mucho en espías. Incluso el Barça acaba de reconocer que espiaba a cuatro de sus vicepresidentes sin que el señor Laporta lo supiera. Creo que los han descubierto porque llevaban gafas de sol y gabardinas azulgranas.