Zapatero garantiza que España seguirá en el G-20 y confía en que ganará peso en el FMI
Destaca el consenso de las potencias económicas y de los principales países emergentes para seguir avanzando en la regulación de los mercados
PITTSBURGH Actualizado: GuardarEl jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha mostrado convencido de que España se mantendrá en el G-20, convertido en el principal foro económico mundial, y confía en las posibilidades de aumentar su representación en el Fondo Monetario Internacional (FMI). En la rueda de prensa con la que concluyó su participación en la cumbre del G-20 de Pittsburgh (EEUU), Zapatero ha destacado el consenso de las potencias económicas y de los principales países emergentes para seguir avanzando en la regulación de los mercados financieros y sentar las bases de un crecimiento económico sostenible.
"Esta cumbre abre una nueva etapa en la economía mundial", ha manifestado. Tras estimar que la "batalla" dada para estar presente en el G-20 ha sido de un importancia estratégica, ha garantizado que España volverá a participar en las siguientes cumbres, como ha estado en las citas de Washington, Londres y Pittsburgh. "Hemos estados en las tres grandes cumbres y seguiremos estando", ha recalcado Zapatero, quien ha recordado que no existe un reglamento establecido para formar parte del grupo y que es la presidencia de turno la encargada de invitar a los participantes en las cumbres.
Zapatero muestra también su confianza en que España aumentará su peso en el FMI. A pesar de que en las conclusiones finales se habla de transferir cuota a los mercados emergentes y a los países en desarrollo, el jefe del Ejecutivo español estima que de ellas se desprende también que España "tiene que mejorar" su peso porque está "infrarrepresentada".
Compromiso frente al cambio climático
Zapatero reconoce que queda trabajo por delante, pero confía en que el resultado final otorgue al país una mayor cuota y ha garantizado que el Ministerio de Economía hará un buen trabajo en las negociaciones que se avecinan. Ha destacado también el consenso de los líderes del G-20 en torno a la necesidad de mantener las medidas extraordinarias de estímulo fiscal y monetario puestas en marcha por los gobiernos hasta que el crecimiento no esté consolidado y la recuperación bien asentada, objetivo que confía alcanzar en 2010.
En la reunión se debatió sobre el problema del aumento del déficit, pero el presidente del Gobierno español ha asegurado que "las consecuencias serían mucho más graves para la economía, para el empleo y para los ciudadanos si se retiraran de manera precipitada los estímulos fiscales". Según ha explicado, tras lograr evitar que se repitiera una depresión como la de los años treinta del pasado siglo, el eje de la coordinación de las economías del G-20 será ahora el empleo. En este contexto ha apostado por diseñar salidas para la crisis que favorezcan un crecimiento sostenible vinculado a las energías renovables, al uso racional de los recursos naturales y a la sostenibilidad de las cuentas públicas.
Junto a estas medidas, ha elogiado el compromiso alcanzado para regular los bonos de los altos ejecutivos de las entidades financieras. Aunque no se fijan límites cuantitativos, ha asegurado que se actuará de forma "exigente" y "transparente". "Hay que cambiar el modelo y se va a cambiar el modelo porque no ha funcionado; no podemos decir que sea la causa de la crisis, pero desde luego no ayuda a la estabilidad", ha manifestado. Zapatero ha resaltado también el respaldo del G-20 a los bancos de desarrollo regionales y ha defendido la recapitalización del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), "fundamental para Latinoamérica".
En su intervención durante el almuerzo de la cumbre, el jefe del Ejecutivo ha reclamado a los líderes del G-20 un compromiso firme en la lucha contra el cambio climático ante la cumbre que se celebrará en diciembre en Copenhague y les ha instado a no acudir a esa cita con prevención, sino con la seguridad de que la apuesta por la economía verde abre nuevas oportunidades de empleo.
Mientras él participaba en la sesión plenaria, su mujer, Sonsoles Espinosa, se sumó a la agenda organizada por la esposa del presiente estadounidense, Barack Obama, para las parejas de los mandatarios. Nada más acabar la cumbre ambos regresaron a Madrid, donde el Consejo de Ministros tiene previsto aprobar el proyecto de presupuestos para 2010.