Obama saluda con un gesto de amistad al primer ministro británico, Gordon Brown. / AFP
MUNDO

La ONU se alía contra la escalada nuclear

Obama impulsa un acuerdo histórico en política internacional e insta a todos los 'países atómicos' a deshacerse de sus arsenales El presidente da un plazo de un año para ver si su apuesta tiene éxito

NUEVA YORK Actualizado: Guardar
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Un giro sin precedentes en la política exterior de Estados Unidos propició ayer que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobase por unanimidad una resolución impulsada por Washington para detener la proliferación de armas nucleares y apelar al resto de países a que se deshagan progresivamente de sus arsenales.

Era la primera ocasión en la que un presidente norteamericano presidía el máximo órgano de seguridad de la ONU y Obama no dejó escapar la ocasión para plantear a los quince miembros del Consejo su visión de un mundo sin armas atómicas. Como pilares de su estrategia, el mandatario apostó por impulsar nuevos elementos disuasorios para los países que se vean tentados a salirse o no firmen el Tratado de No Proliferación (TNP) y reducir las probabilidades de que los programas nucleares de uso civil puedan servir como tapadera para fabricar armamento atómico.

Durante la presentación de su propuesta, Obama constató que la amenaza nuclear ha aumentado en su complejidad y por lo tanto son necesarias «nuevas estrategias y actitudes». Marcado quizás por la determinación de Irán de desarrollar su programa atómico al margen de la voluntad de Occidente, el inquilino de la Casa Blanca aseguró que los próximos doce meses serán cruciales para «determinar si esta resolución y nuestros esfuerzos generales para detener la proliferación y el uso de las armas nucleares son un éxito».

Profundizar en el esfuerzo

El punto central de la resolución pretende profundizar en los esfuerzos en materia de desarme y urge a todos los países que no han suscrito el Tratado de No Proliferación de 1970 a que lo hagan. También pide poner fin a la proliferación de armas atómicas y demanda que las naciones signatarias del TNP mantengan su promesa de no desarrollar cabezas nucleares. Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (EE UU, Rusia, China, Reino Unido y Francia) poseen bombas atómicas, por lo que el hecho de que esta resolución haya sido respaldada por unanimidad tiene trascendencia histórica, aunque los analistas dudan de que pueda detenerse la carrera nuclear en el futuro próximo.

Pese a las dificultades que entraña cambiar la actual dinámica, EE UU cree que ha llegado la hora de endurecer las medidas disuasorias con aquellos países que no acaten completamente los acuerdos internacionales de desarme. El mensaje está dirigido sobre todo a Corea del Norte e Irán, cuyos gobiernos han prohibido la presencia de inspectores o han limitado drásticamente su acceso. Sin embargo, Obama tuvo mucho cuidado en no demonizar a ningún país y puso el acento en que se respeten los tratados que regulan la cuestión atómica. «Debemos demostrar que la ley internacional no es una promesa hueca y que los acuerdos están para ser cumplidos», remarcó.

Aunque la Administración norteamericana considera la resolución un significativo paso adelante, representantes del Gobierno recuerdan su carácter no vinculante, un aspecto que podría cambiar sólo si el Consejo de Seguridad requiere a los países que den otros pasos, como someter las exportaciones de productos nucleares a restricciones adicionales. Pero muchos ya han expresado de entrada que no aceptarían estas demandas, una muestra de la complicada tarea de endurecer el tratado cuando toque revisarlo en 2010.

Compromiso mundial

Cuatro ex secretarios de Estado de EE UU -George Shultz, William Perry, Henry Kissinger y Sam Nunn- acompañaron a Obama en la ONU. En un comunicado se declararon «profundamente comprometidos para apoyar un esfuerzo mundial dirigido a reducir la dependencia de las armas nucleares». Además de numerosos jefes de Estado, la sala del Consejo se hallaba repleta de personalidades, como el fundador de la CNN, Ted Turner, o la reina Noor de Jordania, que han llevado a cabo notables esfuerzos en materia de desarme atómico.