El ministro de Trabajo, dispuesto a reformar la contratación para reducir la temporalidad
Corbacho confirma que algunas pensiones mínimas subirán por encima del 2%
COLPISA. MADRID Actualizado: GuardarEl Gobierno está dispuesto a reformar la contratación laboral para reducir la excesiva inestabilidad de los puestos de trabajo. Considera que el mercado adolece de «extrema flexibilidad» al contar con modalidades de empleo «de rescisión rápida y barata». La situación provoca que las empresas ajusten sus plantillas vía cancelación de contratos temporales y olviden formas «mucho menos traumáticas» utilizadas por países europeos, según denunció ayer el titular de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, en un acto del 'Foro de la Nueva Sociedad'. No obstante, pese a la confrontación con las patronales, el ministro se mostró convencido de que «la senda más adecuada» para el desarrollo de los cambios señalados es el diálogo con los agentes sociales.
Corbacho lamentó que la tasa de temporalidad española del 25,2% sea «una anomalía en el contexto europeo que perdura desde hace más de 20 años, no superada con ninguna de las reformas laborales llevadas a cabo por ningún gobierno». Insistió en que las empresas de otros Estados se han acoplado a la recesión sin recortar su número de trabajadores. Han preferido optar, por ejemplo, por «reducir los horarios», dijo.
Además, el ministro confirmó que las pensiones subirán en 2010, de manera general, un 1% y que habrá otro 1% para las mínimas, así como aumentos especiales para determinados colectivos. Aunque Corbacho no dio más pistas sobre el futuro de estas prestaciones, fuentes sindicales informaron que los titulares de mínimas que vivan solos y demás perceptores con agudas necesidades recibirán 15 euros al mes, como estableció el Ejecutivo para 2009.
Otra prioridad laboral del Gobierno es «revisar» las bonificaciones al fomento del empleo en sintonía con las características actuales del mercado de trabajo: «Lo que hace tres año pudo ser adecuado ahora parece reclamar una adaptación en cuanto a objetivos e instrumentos». En definitiva, se trata de «buscar el aprovechamiento más eficiente de una dotación de recursos públicos muy importante», explicó Corbacho.
Junto con la reducción de la temporalidad y la revisión de las bonificaciones, el ministro informó de que urge impulsar la contratación a tiempo parcial, que «por supuesto no es una fórmula mágica para acabar con la crisis y generar empleo», pero sí resulta «útil»; y conseguir que los trabajadores «adquieran competencias profesionales que permitan hacer frente a los desafíos económicos actuales y futuros», o sea, modernizar el sistema de formación.
Corbacho aseguró igualmente que su Departamento se volcará en atender a parados de larga duración y jóvenes, «colectivos afectados especialmente por el desempleo». Para ellos, habrá «nuevas iniciativas en diálogo con los agentes sociales». Un tercer grupo que, a juicio del ministro, también padece con intensidad las consecuencias de la crisis es el de autónomos. En consecuencia, el Gobierno y las organizaciones representativas de los emprendedores han impulsado el desarrollo de su Estatuto.
Sobre el escaso número de parados, 26.000 solicitudes, que han pedido la prestación de los 421 euros, el responsable de Trabajo señaló que «son los que son». Se congratuló de que España cuente con «una red social amplia» y que «la gente víctima de la crisis no se encuentre absolutamente desprotegida pese a su pérdida de rentas».