El Gobierno asume que aún quedan nueve meses de destrucción de empleo

España aún tiene frente sí, al menos, nueve meses de destrucción de empleo. No es la previsión de ningún organismo internacional sino el pronóstico del propio Gobierno. Manuel Chaves, que estos días ejerce como jefe del Ejecutivo en funciones, afirmó ayer que tanto en lo que queda de 2009 como en el primer semestre de 2010 los datos de paro registrado y de la Encuesta de Población Activa (EPA) seguirán siendo negativos. Es decir, «va a aumentar el desempleo», dijo.

El vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial dio por hecho, en el transcurso de una conferencia en el Foro ABC, que la economía española no será capaz de volver a crear puestos de trabajo hasta mediados de 2010, pero lejos del tono optimista que habitualmente adopta José Luis Rodríguez Zapatero cuando se refiere a estas cuestiones, advirtió de que aún entonces la situación será difícil. «Tardaremos bastante en crear el número de empleos suficiente como para compensar la bolsa de desempleo que hemos creado», reconoció Chaves.

Matización

En lo que va de año, España ha superado los 4 millones de parados y la tasa de desempleo se acerca al 18%, la más alta de la Unión Europea. Tras tres meses de descensos consecutivos en mayo, junio y julio, el paro volvió a subir en agosto en casi 85.000 personas, según datos del Ministerio de Trabajo. Y la cifra seguirá en aumento.

Esta previsión, admitida también por la vicepresidenta económica, Elena Salgado, lastra el mensaje gubernamental de que la crisis ha tocado fondo. El propio Zapatero aseguró en su habitual comparecencia veraniega de Lanzarote, hace apenas un mes, que «lo peor de la recesión económica y de la destrucción de empleo ha pasado». Después, esta afirmación ha tenido que ser matizada.

Aún así, el propio Chaves apeló en su intervención al reciente informe de perspectivas de la OCDE. Recordó que el documento asegura que «la mayor parte del ajuste del empleo ya se ha producido en España, mientras está aún pendiente en otras economías, como la alemana o la francesa».