Economia

El Senado insta a desterrar las cláusulas abusivas de los contratos hipotecarios

La Banca se defiende y rechaza que sus comisiones por servicios financieros estén entre las más caras de Europa

MADRID Actualizado: Guardar
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El pleno del Senado aprobó ayer por unanimidad, a instancias del grupo Popular, una moción para que el Gobierno ponga coto a las prácticas bancarias, consideradas abusivas, habituales en determinados créditos hipotecarios. Son los casos en los que la entidad pacta con el usuario un techo y un suelo en los tipos de interés, de manera que si el precio del dinero sube, la carga financiera no supere un nivel, pero tampoco descienda por debajo de lo establecido cuando el euribor, principal referencia de los préstamos a interés variable, baja. Este tipo de contrato es legal, pero una información poco precisa, y los niveles desequilibrados que se determinan, colocan al cliente bancario en situación de indefensión.

Así, por ejemplo, existen contratos suscritos cuando los tipos de interés evolucionaban claramente a la baja, desde un nivel cercano al 4%, en los que se estableció un techo del 10% y un suelo del 3%, inalcanzable el primero a la luz de la evolución histórica de los tipos de interés en la zona euro, y relativamente próximo el segundo.

La iniciativa aprobada exige el cumplimiento de la ley de Defensa de los Consumidores, que considera nulas de pleno derecho las cláusulas abusivas. Insiste en la necesidad de mejorar la protección de los consumidores de servicios financieros, y pide al Banco de España que, en tres meses, elabore un informe sobre cláusulas incluidas en los contratos hipotecarios que puedan limitar los derechos de los usuarios o resulten desproporcionadas.

La Asociación española de Banca reaccionó con rapidez, por otra parte, al informe de la Comisión Europea que sitúa entre las más caras de Europa las comisiones vigentes en España por la prestación de servicios financieros. El presidente de AEB, Miguel Martín, aseguró que ninguna de las entidades españolas aplica las tarifas máximas comunicadas al Banco de España, que son las que el instituto emisor publicita, y las tomadas en cuenta en la elaboración del trabajo difundido en Bruselas. Martín evocó que hay bancos que no cobran a sus clientes por la operatoria más común -«su tarifa no puede ser más mínima», comentó-, y otros que reintegran ese importe a los usuarios en función de programas de fidelización.

«Es posible que las máximas sean las más elevadas, pero jamás se aplican», zanjó.