
Un insaciable Ronaldo da el triunfo al conjunto blanco
Otro golazo del portugués puso en ventaja al Madrid ante un Villarreal que sufrió la expulsión de Gonzalo a la media hora de juego
COLPISA. MADRID Actualizado: GuardarSu juego está a años luz del Barça, al menos por ahora, pero este Madrid en construcción tampoco necesita brillar para ganar con solvencia y disfrutar de sus estrellas, sobre todo de un Ronaldo imponente que ya suma cinco goles, uno más que Ibrahimovic, y marca diferencias. Por vez primera en la historia, dos recientes fichajes de catalanes y madrileños golean en las cuatro primeras jornadas. Y Kaká se estrenó, aunque fuera de penalti. Se esperaba que en Villarreal afrontara su partido más difícil hasta ahora, pero se impuso con comodidad, sin necesidad de pisar el acelerador a fondo y con posibilidad de rotar a sus jugadores.
Como el pasado domingo ante el Xerez, Ronaldo marcó diferencias casi desde el vestuario. Si en Chamartín tiró una diagonal antes de lanzar seco y raso, en El Madrigal agarró un balón en medio campo, se hizo un autopase por banda izquierda, realizó un par de recortes y sorprendió a Diego López con uno de sus latigazos. Un gran gol -potencia, desborde y remate en estado puro-, que puso en evidencia la endeblez de la zaga local. En vez de entrar, los amarillos se quedaron mirando. Sólo les faltó aplaudir al astro portugués.
Pellegrini tuvo que improvisar una zaga de emergencia. Garay sufrió un problema muscular en el calentamiento y se sumó a las ausencias ya conocidas de Metzelder, Arbeloa y Pepe. Lass ejerció de lateral derecho y Ramos volvió a sentirse central. Ambos cumplieron. Se sintieron seguros. Ciertamente, tampoco fueron muy exigidos por un Villarreal venido a menos, lento y sin pegada.
Rotaciones
Descansaron Benzemá y Raúl, Kaká es el único de los habituales que todavía no ha rotado, y el chileno reforzó el centro del campo con Guti y Granero. Acertada decisión, porque conoce mejor que nadie que el Villarreal acostumbra a superar a sus rivales en la zona de creación. Al menos eso ocurría antes, cuando Senna estaba en plenitud, Pires se merecía la titularidad y Cazorla no había sufrido una grave lesión que todavía le lastra porque le faltan chispa, ritmo y confianza. Con Eguren y Bruno, no es lo mismo.
También igual que choques precedentes, al Madrid le faltó toque y presencia para gobernar el partido desde la ventaja, sobre todo a raíz de la justa expulsión de Gonzalo cumplida la media hora. Un mal pase desde el lateral, una pérdida de balón tonta y una patada alevosa a Kaká cuando ya tenía una tarjeta. Se arropó el Madrid más atrás, funcionó bien como bloque y estuvo atento, pero atacó más bien poco. Sólo Higuaín, quien podría entrar en la próxima lista de Maradona, dispuso de una buena ocasión en el primer tiempo pero se llenó de balón. Y el mayor dominio de los castellonenses sólo se tradujo en un par de sustos para Casillas. Ambos en acciones de estrategia. Para no perder la costumbre.
Jugaron con fuego los blancos en el arranque de la segunda mitad. El Villarreal merodeó el área, pero no llegó a poner en serios apuros a Iker. Y encima brindó el partido al rival cuando Ángel cortó un centro con las manos muy despegadas y provocó un penalti que permitió a Kaká lanzar y anotar como quien sale a pasear. Con todo resuelto, era momento de contentar a Van der Vaart y al reaparecido Diarrá.